(Breitbart/InfoCatólica) En otoño de 2014, la profesora ayudante Cheryl Abbate, mientras impartía una clase de filosofía en la universidad católica jesuita de Marquette, señaló que iban a tomar como premisa sin necesidad de discusión el derecho al «matrimonio» del mismo sexo y a los demás derechos LGTB, porque «todo el mundo está de acuerdo con esto, así que no hace falta discutirlo». Un estudiante, sin embargo, señaló que él no estaba de acuerdo y que de ningún modo podía darse algo así por supuesto. Asimismo, indicó que si la profesora imponía de ese modo su visión personal del asunto en la clase, estaba sentando un precedente totalmente inadecuado.
El estudiante ofreció algunos argumentos en contra del matrimonio del mismo sexo. Como respuesta, la profesora Abbate señaló que algunos de sus compañeros podrían ser homosexuales y que cuestionar el matrimonio del mismo sexo sería ofensivo para ellos. Aparentemente, a nadie se le ocurrió pensar que, en una universidad católica, podría haber estudiantes católicos a los que les ofendiera que en una clase se diese por supuesto y evidente que la doctrina de la Iglesia era incorrecta y discriminatoria.
Finalmente, la profesora le dijo al estudiante, que estaba grabando la conversación a escondidas, que su defensa del matrimonio entre un hombre y una mujer era un tema prohibido en su clase de ética y comparó las ideas del estudiante con el racismo. La docente afirmó: «Puedes pensar lo que quieras, pero te advierto que en esta clase no se toleran los comentarios homófobos, racistas y sexistas». Acto seguido, pidió al estudiante que dejara definitivamente su clase.
El estudiante aceptó la invitación de la profesora y dejó la clase, resignándose a tomar otro curso de filosofía en su lugar, pero otro profesor de la universidad, John McAdams, aireó el incidente en su popular blog y acusó a la profesora ayudante de «usar una táctica que ahora es típica entre los progresistas. Las opiniones con las que no están de acuerdo no simplemente son erróneas y no merecen de debate, sino que se consideran ofensivas y tienen que ser censuradas».
Tras la publicación del post en el blog de McAdams, se alega que la profesora ayudante recibió correos electrónicos en los que se la insultaba, aunque lo cierto es que públicamente fue aclamada como una heroína y posteriormente consiguió un contrato indefinido en otra universidad. En cambio, McAdams fue sometido a un expediente disciplinario. El asunto desató una fuerte polémica sobre la libertad de cátedra de McAdams y la extraña reacción de una institución oficialmente «católica».
Esta semana se anunció que un comité universitario «pluralista» había recomendado al rector de la universidad la suspensión de sueldo de McAdams del 1 de abril a otoño de 2016 y la suspensión de empleo hasta que admitiera ser «culpable» y se disculpara «en un plazo de dos semanas». Literalmente, la petición exige: «Su reconocimiento de que la entrada de su blog del 9 de noviembre de 2014 fue inapropiada e incompatible con los valores de la Universidad de Marquette y sus disculpas sinceras por el daño causado a nuestra antigua alumna y profesora, la Sra. Abbate».
El profesor McAdams ha señalado que no está dispuesto a realizar esa admisión de culpabilidad y que denunciará a la universidad ante los tribunales.
Traducido por Jesús Espinilla Moro del equipo de traductores de InfoCatólica