(AIN) El uso de este término – que tiene un significado preciso y técnico en el derecho internacional – podría abrir la puerta a acciones para detener a aquellos grupos que buscan la desaparición del cristianismo en su lugar de nacimiento, al mismo tiempo que ofrece la posibilidad de justicia y compensación para las víctimas.
Ayuda a la Iglesia Necesitada ha recibido informes sobre ataques contra las comunidades cristianas – que ahora se reconocen como actos de genocidio – por parte de representantes de la Iglesia Católica en Siria, Irak, Jordania, Líbano y, últimamente, en numerosos países africanos y asiáticos en los que el llamado Estado Islámico ha intentado acabar con los cristianos.
«La muerte no es la única condición que justifica el término genocidio»,ha dicho el Presidente Ejecutivo de ACN/AIN, Johannes Heereman, «la convención de la ONU (para la prevención y castigo del genocidio) afirma que la intención expresa de destruir total o parcialmente un grupo étnico, cultural, racial o religioso significa que el acto del criminal es genocidio. No se tiene (de hecho no se debería) que esperar a que no quede nadie para contar la historia para llamarlo genocidio.»
Los actos de genocidio sobre los que han informado a AIN sus colaboradores de proyectos incluyen asesinato, daño físico y mental, obligar a grupos de personas a vivir en pésimas condiciones, la segregación de hombres y mujeres, así como la separación forzosa de niños y sus padres.
«No hay necesidad de inventar nuevos términos para describir lo que nos está ocurriendo», ha dicho el Obispo Antoine Chbeir de Latakia, Siria. «Todos los actos de genocidio son crímenes contra la humanidad, pero no viceversa. Y [y si se declara que una situación es un genocidio], la ONU cuenta con un protocolo de acción para que sigan sus miembros que no implica necesariamente el envío de soldados al terreno.»
La convención de la ONU requiere que los países firmantes paren cualquier genocidio que esté teniendo lugar, no sólo a los autores directos, sino también a todos los cómplices y facilitadores, incluidos aquellos que los están financiando.
La decisión del Departamento de Estado norteamericano se une a otras iniciativas recientes dentro de un movimiento mundial para parar el genocidio contra los cristianos y otras minorías, en particular lasresoluciones del Parlamento Europeo (4 Febrero 2016) y del Consejo Europeo (27 Enero 2016).