(LSN/InfoCatólica) Tras la amable llamada al «encuentro» y a la finalización del «prejuicio» mutuo del P. Schaller, acecha una condena de la conocida preferencia del arzobispo Gullickson por las enseñanzas tradicionales de la Iglesia, especialmente en la esfera moral.
Un grupo de laicos católicos «reformistas» han formado una alianza llamada «Enough!» [¡Basta!], siguiendo la estela de artículos en los medios suizos de enero, describiendo las últimas acciones de Gullickson como pruebas de que él es un «anti-liberal». Desde su punto de vista, la semana pasada las cosas empeoraron, cuando retuiteó un artículo en el que el cardenal Juan Luis Cipriani , arzobispo de Lima (Perú), hablando de los burócratas de la ONU que promueven la legalización del aborto a causa del miedo al virus Zika, les llamó «Herodes en traje y corbata».
Mons. Gullickson nunca ha escondido su preferencia por la solemnidad en la liturgia, la Misa en latín y otros signos de tradicionalismo que han llevado a sus detractores suizos a acusarlo de ser un seguidor de la Fraternidad Sacerdotal de San Pío X.
Piden la intervención de las autoridades civiles
Los doce grupos católicos que forman la alianza reivindican que trabajan para una «iglesia liberadora e inclusiva». A finales del pasado mes, «Enough!» escribió una carta abierta al presidente de la Confederación Helvética, Johann Schneider-Ammann, pidiéndole que intervenga para obtener la revocación del nuncio Gullickson, acusándolo de «discurso del odio» y de constituir una amenaza para la unidad de la Iglesia en Suiza.
Markus Arnold, jefe del departamento de educación religiosa de la Universidad de Lucerna, firmó la carta pidiendo al presidente suizo «que no permita a Gullickson tener un efecto duradero y venenoso en el clima de Suiza». «Hemos tenido bastantes problemas con el fanatismo religioso tal como estamos. No necesitamos un nuncio que quiera revivir este fanatismo en la iglesia católica», escribió. Además ha acusado a Gullickson de «predicación radical del siglo XIX».
En definitiva, todos acusan al arzobispo de oponerse al Concilio Vaticano II que «condena», dicen, el anti-liberalismo de los papas Pío.
La Liga de las mujeres católicas suizas también ha pedido la ayuda del miembro del parlamento Doris Leuthard, miembro de su asociación, para pedir la destitución de Gullickson.
Una de las principales razones para toda esta agitación es que el conservador obispo Vitus Huonder de Coira cumplirá 75 años en 2017 y tendrá que presentar su renuncia. El nuncio papal tiene un papel de primera mano en el nombramiento de su sucesor. Los católicos liberales suizos temen que sea reemplazado por un prelado que reitere las declaraciones de Huonder sobre la pecaminosidad de las relaciones homosexuales y extra-matrimoniales. El arzobispo dejó constancia de ello recientemente recordando que las parejas homosexuales – así como las heterosexuales que viven juntas fuera del matrimonio – no pueden recibir la Eucaristía.
Traducido por Josep Maria Fontdecaba Climent, del equipo de traductores de InfoCatólica