(Goya Producciones) «Las obras son las que dicen con elocuencia lo que somos», decía el Padre Poveda. Canonizado el 4 de mayo de 2003, coincidiendo con la visita de Juan Pablo II a España, Pedro Poveda tuvo una vida plena iluminada por la fe y el amor realizando una importante labor socioeducativa en las cuevas de Guadix con los braceros pobres que vivían en la ignorancia y la indigencia.
Trasladado a Asturias y posteriormente a Jaén, pone en marcha una iniciativa pionera confiando a mujeres jóvenes su proyecto educativoy fundando la Institución Teresiana. En un momento en el que en España la universalización de la educación primaria es una preocupación creciente, Poveda fue uno de los primeros defensores de la promoción de la mujer en el campo educativo en los inicios del siglo XX. Su labor era admirada, pero también envidiada lo que le convirtió en mártir el 28 de julio de 1936.
Humanista y pedagogo, así lo reconoció la UNESCO en 1974 en la celebración del centenario de su nacimiento.