(Efe/Actuall) El portavoz de UPN, Enrique Maya, ha señalado que el debate es sobre «quién debe actuar» en una ofensa y, en su opinión, debe ser el equipo de gobierno municipal a través de Cultura quien retire esas fotos que quedan en la exposición (en las que cientos de hostias consagradas conforman la palabra «pederastia»).
A su juicio el Ayuntamiento es «garante de esos derechos y no tiene que estar esperando a ver qué dicen los tribunales» cuando «se ha ofendido y se ha ido en contra de la libertad religiosa».
UPN ha rechazado dos enmiendas, una propuesta de Geroa Bai y PSOE, en la que matizaba instar al autor a la retirada de la obra ‘Amén’ por resultar ofensiva y otra presentada por EH Bildu y Aranzadi.
La edil de Cultura acusa a los manifestantes de «ultras»
Por EH Bildu, la concejal de Cultura Maider Beloki ha sostenido que la muestra ha desatado «varias reacciones debido a la carga simbólica» y ha denunciado que «grupos ultras y fundamentalistas religiosos ha aprovechado para lanzar una campaña política en contra del ayuntamiento y su alcalde», lo que «busca limitar la libertad de expresión y ocultar realidades durísimas que se esconden tras la polémica».
Desde Geroa Bai, su portavoz, Itziar Gómez, ha considerado que ‘Amén’ es «una provocación gratuita y una ofensa a una parte importante de nuestra ciudad» y que, desaparecidas las hostias consagradas, «no tiene sentido la retirada de la exposición» ya que «es entendible que se puede pedir al autor, pero no al equipo municipal».
Por parte de I-E, Edurne Eguino ha justificado «no aceptar» ninguno de los textos planteados porque se «legitima» entrar en los contenidos de cualquier expresión artística, algo que «no podemos hacer y menos como institución pública» y ha defendido que el «papel del Ayuntamiento respecto a manifestaciones artísticas es: respeto al artista para exponer y respeto al que se ha sentido ofendido».
Desde el PSN, Maite Esporrín ha lamentado las amenazas que ha sufrido el alcalde y el artista, «son intolerables y las condenamos con la más rotunda energía», y ha defendido que la obligación del Ayuntamiento es «velar por una correcta convivencia» y así «creemos que debe ser el propio autor el que la retire», tras denunciar que «alcanzar fama agrediendo no tiene sentido».
Asirón por la libertad de expresión, pero no religiosa
Por parte de Aranzadi, Armando Cuenca, ha indicado que el contenido polémico, las hostias consagradas, se ha solucionado «sin intervención del Ayuntamiento» y ha considerado respecto a la exposición fotográfica, que el Consistorio pamplonés, «no puede censurarlo, modificarlo o decidir si gusta o no, o ofende o no» y ha denunciado que «ha habido una campaña orquestada».
Sin embargo, el alcalde de Pamplona ratificó, el pasado martes, su «compromiso con la defensa de la libertad de expresión como principio democrático básico» y reconoció «el derecho a la creación artística».
Finalmente, en un comunicado, Joseba Asirón hizo un llamamiento «a la calma» a «todas las partes implicadas en este debate».