«Me siento herido en mi corazón de obispo al constatar la incomprensión de la enseñanza de la Iglesia»

Cardenal Sarah en la revista L'Homme Nouveau

«Me siento herido en mi corazón de obispo al constatar la incomprensión de la enseñanza de la Iglesia»

Según informa Sandro Magister, la revista católica francesa «L'Homme Nouveau» publicará en su próximo número un reportaje basado, entre otras cosas, en las respuestas del cardenal Robert Sarah a las objeciones que le plantean quienes quieren cambiar la doctrina de la Iglesia sobre los sacramentos del Matrimonio, la Confesión y la Eucaristía.

(Chiesa/InfoCatólica) El cardenal Sarah, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, se hizo conocido en todo el mundo a causa del extraordinario interés mediático que ha suscitado este año su libro titulado «Dios o nada». Un libro que aborda las cuestiones vitales del catolicismo y la crisis de fe que la atraviesa.

Los lectores de este libro han hecho llegar a Sarah muchos comentarios, favorables y contrarios. En el dossier que está por salir publicado en «L'Homme Nouveau» el cardenal responde a un buen número de las objeciones recibidas.

Pero precisamente lo que también revelan estas objeciones ha convencido todavía más al cardenal Sarah que el principal problema de la Iglesia de hoy es justamente esa crisis de fe.

Una crisis que es anterior a las cuestiones debatidas en el sínodo, porque roza los fundamentos mismos de la fe católica y pone al descubierto un difundido analfabetismo respecto a la enseñanza secular de la Iglesia, presente también entre el clero, es decir, justamente entre los que deberían actuar como guías de los fieles.

Llega a decir el cardenal, a propósito del sacramento de la Eucaristía:

«Toda la Iglesia sostuvo siempre con firmeza que no se puede recibir la comunión si se es consciente que se está en estado de pecado mortal, principio reiterado como definitivo por Juan Pablo II en el año 2003, en su encíclica 'Ecclesia de Eucharistia'», sobre la base de lo decretado por el Concilio de Trento.

E inmediatamente después agrega:

«Ni siquiera un Papa puede eximir de esa ley divina».

El cardenal plantea un formato de preguntas y respuestas para exponer su defensa de la fe católica y del papel de la Iglesia en África.

1. La doctrina, votémosla por mayoría

Según uno de mis objetores, la Iglesia Católica «no es sólo la jerarquía de los obispos, incluído el de Roma, sino que es el conjunto de los bautizados. ¿Para decir cuál es la `posición de la Iglesia´ sería entonces legítimo asumir la opinión de esta mayoría?»

La primera afirmación es exacta. Pero el pensamiento de los fieles no representa la «posición de la Iglesia» si el mismo no está de acuerdo con el cuerpo de los obispos. Concilio Vaticano II, Constitución dogmática «Dei Verbum», n. 10:

«El oficio de interpretar auténticamente la palabra de Dios escrita o transmitida ha sido confiado únicamente al Magisterio vivo de la Iglesia, cuya autoridad se ejerce en el nombre de Jesucristo».

Además, no se trata de la mayoría, sino de la unanimidad. Concilio Vaticano II, Constitución dogmática «Lumen gentium», n. 12:

«La totalidad de los fieles, que tienen la unción del Santo (cf. 1 Jn 2,20 y 27), no puede equivocarse cuando cree, y esta prerrogativa peculiar suya la manifiesta mediante el sentido sobrenatural de la fe de todo el pueblo cuando, desde los Obispos hasta los últimos fieles laicos, presta su consentimiento universal en las cosas de fe y costumbres. Con este sentido de la fe, que el Espíritu de verdad suscita y mantiene, el Pueblo de Dios se adhiere indefectiblemente 'a la fe confiada de una vez para siempre a los santos' (Judas 3), penetra más profundamente en ella con juicio certero y le da más plena aplicación en la vida,guiado en todo por el sagrado Magisterio, sometiéndose al cual no acepta ya una palabra de hombres, sino la verdadera palabra de Dios (cf. 1 Ts 2,13)».

Por último, esta unanimidad es una condición suficiente para declarar que una aserción está en el depósito revelado por Dios (como en el caso de la Asunción de María), pero no es una condición necesaria, pues puede acontecer que el magisterio defina solemnemente una doctrina de fe antes que se alcance la unanimidad (como es el caso de la infalibilidad pontificia, en el Concilio Vaticano I).

2. La comunión a todos, sin discriminaciones

Según un objetor de quien admiro su fidelidad al sacerdocio, miles de sacerdotes no dudan en dar la comunión a todos.

En primer lugar, advirtamos la ausencia de autoridad doctrinal de esta miríada de ministros sagrados, en otros aspectos seguramente respetables. Además, cualquiera sea la autenticidad de esta «estadística», esta posición mezcla, entre las personas que viven en un estado notorio y habitual de pecado (por ejemplo, adulterio e infidelidad permanente al propio cónyuge, robos frecuentes y graves en los negocios):

  • a) a un fiel que finalmente se arrepiente con el firme propósito de evitar caer en el futuro, recibe entonces la santa absolución y, en consecuencia, puede acercarse a la santa Eucaristía, y
  • b) al fiel que no quiere cesar en el futuro de llevar a cabo actos de una culpabilidad objetiva grave, contradiciendo la Palabra de Dios y la alianza significada precisamente por la Eucaristía.

Este último caso excluye el «firme propósito» definido por el Concilio de Trento como necesario para ser perdonados por Dios. Precisemos que este firme propósito no consiste en saber que no se pecará más, sino en tomar con la propia voluntad la decisión de emplear los medios aptos para evitar el pecado. Sin el firme propósito (y salvo una ignorancia total no culpable), ese cristiano permanecería en un estado de pecado mortal y cometería un pecado grave si comulgara.

En la hipótesis que su estado es conocido públicamente, los ministros de la Iglesia, por su parte, no tienen ningún derecho para darle la comunión. Si lo hacen, su pecado será más grave delante del Señor. Sería inequívocamente una complicidad y una profanación premeditada del Santísimo Sacramento del Cuerpo y de la Sangre de Jesús.

3. Casada de nuevo y aciva en la parroquia. 

Una persona que me escribe y cuya edad inspira el respeto más grande evoca el caso de una católica, divorciada a causa de violencias conyugales, que vive como «casada de nuevo» pero participa intensamente en la vida de su parroquia. ¿Esto no debería incitarnos a dar la santa Comunión a esta persona?

Reconozco la generosidad de corazón que subyace en la objeción, pero ésta mezcla u olvida varios aspectos. Son éstos:

  • 1. Si se sufren violencias conyugales, se tiene el derecho de dejar al propio cónyuge (Código de Derecho Canónico, canon 1153).
  • 2. La Iglesia permite pedir con el divorcio los efectos civiles de una separación legítima (Juan Pablo II, 21 de enero de 2002, discurso a la Rota Romana). El simple divorcio no excluye de los sacramentos.
  • 3. Un cónyuge que se abandona en forma habitual a las violencias conyugales sufre probablemente una enfermedad psíquica, que quizás es causa de nulidad del mencionado matrimonio desde el comienzo (Código de Derecho Canónico, canon 1095 § 3).
  • 4. Si la Iglesia declara la nulidad del primer matrimonio, la víctima podría contraer otro, puesto que son otras condiciones las de este sacramento.
  • 5. Puedo comprender que un divorciado, por razones importantes, por ejemplo la educación de los hijos, no pueda dejar su segunda unión. En este caso, para poder ser absuelto y acceder a la santa Comunión, la persona debe comprometerse a no realizar más en esta segunda unión los actos que, según la ley divina, están reservados a los verdaderos esposos («Familiaris consortio», n. 84). Ahora bien, la experiencia de numerosas parejas muestra que si esto es con frecuencia muy difícil, sin embargo es posible con la ayuda de la gracia de Dios, una dirección espiritual y la práctica frecuente del sacramento de la reconciliación. En efecto, ésta última permite, en caso de caídas, recomenzar firmemente por la buena senda, progresando gradualmente hacia la castidad.
  • 6. La participación en la vida parroquial de un divorciado que se ha vuelto a casar y no listo todavía para prometer la castidad dispone precisamente a abrir el propio corazón a la gracia de hacer esta promesa necesaria («Familiaris consortio», n. 84).

4. La familia africana no es lo que decimos

Según otro sacerdote que se apoya en su experiencia de misionero «Fidei donum» en África, la familia africana no correspondería a la descripción que he dado.

No sé de qué país y diócesis africana habla este sacerdote. Pero en África occidental, a pesar de la presencia masiva del Islam, en la tradición pura de de nuestros antepasados el matrimonio es monogámico e indisoluble. Hablo de esto en mi libro «Dio o niente» [Dios o nada]. He afirmado en él que «hasta la fecha la familia en África permanece estable, sólida y tradicional».

De ninguna manera quise decir que la familia africana no-cristiana sería un modelo, porque ella sufre evidentemente la impronta del pecado y conoce también sus dificultades. Simplemente quería decir que en la cultura africana en general :

  • 1. la familia permanece fundada sobre una unión heterosexual;
  • 2. el matrimonio es visto sin el divorcio, a pesar del paradigma de la poligamia simultánea;
  • 3. está abierto a la procreación;
  • 4. los vínculos familiares son vistos como sagrados.

¿No es precisamente esto lo que ha querido subrayar mi interlocutor misionero? (subrayo aquí la generosidad de los «Fidei donum», es decir, de los sacerdotes diocesanos occidentales que voluntariamente se hacen evangelizadores en países de misión).

Por otra parte, la cuestión que él plantea es otra: es la de la eventual progresividad gradual de la pastoral de la evangelización de las familias no-cristianas, todavía embebidas de desviaciones provocadas por el pecado, pero de las que algunas tradiciones pueden ser evangelizadas y servir de punto de partida para el anuncio de Cristo.

En todo caso, si mi corresponsal parece acusarme implícitamente de haber reducido «la familia africana» a la que vive el ideal cristiano, ni siquiera se puede reducirla en sentido inverso a la tipología poligámica, sea de religión «tradicional» o musulmana.

Conclusión. El desconocido Magisterio de la Iglesia

Para concluir, me siento herido en mi corazón de obispo, al constatar tal incomprensión de la enseñanza definitiva de la Iglesia por parte de hermanos sacerdotes.

No puedo permitirme imaginar como causa de una confusión así algo más aparte de la insuficiencia de la formación de mis hermanos. Y en cuanto responsable para toda la Iglesia latina de la disciplina de los sacramentos, estoy obligado en conciencia a recordar que Cristo restableció el designio originario del Creador de un matrimonio monogámico, indisoluble, ordenado al bien de los esposos, como también a la generación y a la educación de los hijos. Él elevó además el matrimonio entre bautizados al rango de sacramento, significando la alianza de Dios con su pueblo, precisamente como la Eucaristía.

A pesar de esto, existe también un matrimonio que la Iglesia llama «legítimo». La dimensión sagrada de este matrimonio «natural» constituye un elemento de espera del sacramento, a condición que respete la heterosexualidad y la paridad de los dos esposos en cuanto a sus derechos y deberes específicos, y que el consenso no excluya la monogamia, la indisolubilidad, la perpetuidad y la apertura a la vida.

Por el contrario, la Iglesia estigmatiza las deformaciones introducidas en el amor humano: la homosexualidad, la poligamia, el machismo, la unión libre, el divorcio, la anticoncepción, etc. En todo caso, ella jamás condena a las personas, pero no las deja en su pecado. Al igual que su Maestro, tiene la valentía y la caridad de decirles: vete y desde ahora en adelante no peques más.

La Iglesia no sólo acoge con misericordia, respeto y delicadeza. Invita firmemente a la conversión. Siguiendo sus pasos, promuevo la misericordia hacia los pecadores – todos lo somos – pero también la firmeza frente a los pecados incompatibles con el amor a Dios, profesada con la comunión sacramental. ¿Esto no es otra cosa que imitar la actitud del Hijo de Dios, quien se dirige a la mujer adúltera: «Ni siquiera yo te condeno. Vete y desde ahora en adelante no peques más» (Jn 8, 11)?

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35 comentarios

pacomio
El dolor del Eminentísimo Cardenal CATÓLICO es compartido por todos los fieles hijos de la Iglesia, con el agravante de no sentir por parte de la Sgda. Jerarquía (salvo honrrosas excepciones)la confirmación en la FE DE SIEMPRE.
Gracias Sr. Cardenal, y haga lo que pueda para qyudarnos...
20/11/15 10:20 AM
Pepito
Es posible que este gran Cardenal fuese uno de aquellos niños a favor de cuales salíamos a pedir limosna con nuestras huchas del Domund, allá en los lejanos tiempos de nuestra infancia. ¡Mereció la pena nuestro ir y venir presuroso por la ciudad pidiendo alguna perrilla para los negritos africanos!
20/11/15 10:56 AM
Arturo
Pepito, o tiene usted más de 85 años o su comentario queda raro.
20/11/15 11:12 AM
Eduardo Chafer
Lamentablemente el problema no es sólo la falta de doctrina o formación, sino que es un problema moral grave entre buena parte del clero.La podredumbre que sale con demasiada frecuencia al aire es una muestra. Los sacerdotes, como los laicos, tienen aún mayor necesidad de confesarse con frecuencia, no son de cera ,sino de carne, y son tiempos muy difíciles. Si no vivimos lo que profesamos acabamos pensando como vivimos. Si no nos confesamos¿como animaremos para que otros se confiesen? En el caso de los sacerdotes esto tiene unas consecuencias tremendas. Gracias Señor por la muchedumbre de los sacerdotes fieles, por los buenos confesores y por los penitentes.Guárdanoslos y que su número se acreciente.
20/11/15 11:39 AM
Pepito
Arturo: las dos cosas.
20/11/15 11:41 AM
Alvaro
Principalmente, hay que tener coherencia y talla moral, humana e intelectual.
Cualidades que cada día nos damos cuenta son más difíciles de encontrar en la sociedad y en la Iglesia.
20/11/15 12:05 PM
clara
Pepito, le animo a leer el libro "Dios o nada", del Cardenal Sarah. En la primera parte del libro habla de su infancia, una delicia.
20/11/15 12:47 PM
El Indalecio
Será que me estoy poniendo viejo, pero, yo cada vez entiendo mejor que lo que se nos avecina es algo pero que muy, muy gordo. Y muy malo. Sólo le pido a la Virgen que eso sea después de mi muerte. Y creo que así será. Pobrecitos los que vengan detrás. ¡ Cuánto, pero cuánto van a sufrir !.
20/11/15 1:11 PM
Rexjhs
Pobre de nosotros, lo que nos queda por pasar... una enorme persecución desde dentro de la Iglesia a los que creamos en la presencia Real de la eucaristía, que aquilatará al resto fiel, por parte de un montón de sacerdotes, obispos y cardenales herejes y protestantizados. Apocalipsis XII en marcha, la mujer que se refugia en el desierto, perseguida por el Dragón.

Traigo a colación un trocito de una de las revelaciones privadas de la beata alemana Ana Catalina Emmerick, sobre estos prelados heréticos, del género de los que le hacen la guerra al fiel Cardenal Sarah y a otros:

"«Veo una cantidad de eclesiásticos castigados de excomunión, que no parecen inquietarse ni incluso saberlo. Y sin embargo son excomulgados cuando toman parte en esas empresas, cuando entran en asociaciones y se adhieren a opiniones sobre las que pesa el anatema. Veo estos hombres rodeados de una nube como de un muro de separación. Se ve por esto cuanto Dios tiene en cuenta de los decretos, de las ordenes y de las defensas del jefe de la Iglesia y los mantiene en vigor cuando incluso los hombres no se inquietan de ello, reniegan de eso o se ríen. (AA.III.148)".
20/11/15 1:42 PM
Raúl de Argentina
Y cuan heridos nos sentimos cuando se nos trata de "neofariseos lanzapiedras" por decir EXACTAMENTE LO MISMO que un Papa Santo como San Juan Pablo II
20/11/15 2:13 PM
Armando Guerra
Arturo:
Imagino que cuando Pepito, escribe "salíamos " se refiere a el, a los que antes que él salieron y a los que vendrán, en fin, el caso es que él lo hizo y ve el fruto que ha conllevado ese alegre esfuerzo y hoy lo constata reflejado en este este ilustre cardenal y los que después de el vendrán --esperamos sean muchos--de África y de todos aquellos países de misión que seguro después serán luz .
20/11/15 3:10 PM
Juanita
Pepino, ese comentario es raro, raro.
20/11/15 3:12 PM
Gregory
Cuando son las mismas personas que se dicen católicas las que no comprenden las enseñanzas de la Iglesia y las combaten o pretenden tergiversarlas eso en verdad que produce dolor por la incomprensión. Que un no católico no las entienda se entiende.
20/11/15 3:20 PM
maria dolores
Que Dios bendiga a este cardenal y a todos los cardenales y sacerdotes valientes.
Yo como laica tengo la obligacion de rezar por el papa y por la Iglesia para que sea fiel al evangelio.
Rezar para reparar los sacrilegios y agravios al Santisimo Sacramento y dar ejemplo con mi vida.
Recemos en estos tiempos dificiles. Pidamos por las intenciones de Nuestra Madre Santisima. La Misericordia del Señor es infinita.
20/11/15 4:32 PM
Jordi
Sarah está completamente equivocado cuando dice que la falta de aplicación de la doctrina por los sacerdotes está causada por la ignorancia.

No.

Está motivada por la gran apostasía, la creencia de que aplican una renovación de la doctrina.
20/11/15 4:37 PM
antonio
Y por supuesto predicar, hablar de la GRACIA!!!!!le hablaba a mis pacientes de hóspital, llamaba a los psiquitras, poruqe en la salas se miraban enfermos de Sida, morir, se reinternaban muchas veces, y mi desafió era que me vinierán a visitar.
No quedaba otra de hablarles de fútbol, les hablaba de Huracán ,de Argentinos, Boca. Miguelito, miembro de la misma, me hice amigo de El, años con El, quería salir de la droga , le pegarón un balazo por envidia.La Gracia, la fuerza que da Dios para cumplir todo, y para que los enfermos pudierán salir adelante.La Virgén, la ayuda del capellan del Hóspital, y me venián a visitar!!!!Por supuesto me rompia todo medicamente para que salierán padelante.
Ahi el sufrimiento!!!gran escuela!!!!La parabola del Buen Sammaritano que Juan Pablo II, la dedica mucho a los médicos, a mis queridos colegas.La Salvici Doloris la pueden leer aunque no crean es bellisima!!!La GRACIA!!!!!!!!!
Tengo un amigo profesor de la facultad que pasa el 15 % de los alumnos, siempre le digo que si está en la Iglesia, no queda ni el Loro, que su hijo a quién quiero mucho que estudie como El.
Hay que Estudiar para defender a la Verdad, vamos adelante, hacia el Cielo, San Miguel Garicoits!!!!!
20/11/15 5:39 PM
Pepito
Hermana Clara: Muchas gracias por tu sugerencia. Lo haré encantado.
20/11/15 6:48 PM
Pepito
Juanita: Pepino es una hortaliza. Uno está viejo, pero aún, a Dios gracias, no he llegado al estado vegetal.
20/11/15 6:56 PM
Pepito
Armando Guerra: Es tal cual dices.
20/11/15 6:58 PM
Armando
Es una Bendición saber que El Señor ha suscitado en nuestro tiempos pastores llenos de la sabiduría de Dios.
Ciertamente vivimos en nuestros días una grave crisis de fe que alcanza a aquellos que se suponen están para guiar. Pero también es cierto que ya El Espíritu Santo está dando respuesta a ésta situación, y, el mejor ejemplo es el Cardenal.
Dónde se consiguen sus dos libros?, aquí en Venezuela no los he visto y con la crisis que atravesamos dudo en conseguirlos.
20/11/15 8:18 PM
Luis Fernando
Cecilia, no solo le pasa a usted. Déjelo estar.
20/11/15 9:25 PM
Gracias, Cardenal Sarah! Matrimonio "natural" es lo nuevo, p
Nada especial del el Sínodo. Cada día me aferro a mi Catecismo de La iglesia Católica. Por cierto, tengo 3 el explicado( herencia de mi madre), el mío, en papel Biblia, y YouCat, catecismo para jóvenes. Solamente encuentro el énfasis en tener misericordia con el pecador, los confesores igualmente, y los que se han equivocado, pues acercarse rectamente a La Iglesia que es Madre y tiene el poder de perdonar, tiene el requisito de
tener recta intención y deseo de voncersión. Nuevo, nuevo ? : " existe también un matrimonio que la Iglesia llama «legítimo». La dimensión sagrada de este matrimonio «natural» constituye un elemento de espera del sacramento, a condición que respete la heterosexualidad y la paridad de los dos esposos en cuanto a sus derechos y deberes específicos, y que el consenso no excluya la monogamia, la indisolubilidad, la perpetuidad y la apertura a la vida".
20/11/15 10:01 PM
fran
Gracias Eminencia... Dios lo conserve y lo guarde de los leones, para que siga en medio de este desolador paisaje anunciando proféticamente la palabra de Dios
20/11/15 10:29 PM
Hortensia
No lo puedo afirmar categóricamente, pero leí que en la época de San Atanasio el 98% de los obispos eran arrianos. Y contra eso peleó Él.
A NO DESFALLECER CARDENAL!!!;
20/11/15 10:48 PM
pepito
Me sorprende agradablemente este buen cardenal negro y africano. ¡¡Qué buena formación y qué claridad!!
20/11/15 11:10 PM
Edu Wolf
"Dejemos de discutir qué es o quién tiene la verdad, qué se permite o no; la voz de la conciencia está en el corazón, ésta es la que se encuentra deformada. Olvidemos qué es un auténtico cristiano, y más bien procuremos serlo".
20/11/15 11:18 PM
Emilia María Quirós
De pepitos y de Antonio estamos llenos.
La verdadera Iglesia que siga adelante.
Gracias cardenal, Dios lo ilumine siempre. La fidelidad suya a la Iglesia es la de Jesucristo al Padre Eterno.
21/11/15 12:05 AM
antonio
Tengo que conseguir ese libro debe ser una delicia, como dice clara!!!!

Que Dios los Bendiga, y lo haga por nuestra Madre la Iglesia.


Saludos Pepito!!!!
21/11/15 2:08 PM
Virginia
¡¡Qué hermosa y radiante le quedaría a este bendito cardenal la vestimenta blanca!!! Quién sabe...los milagros existen. Dios lo bendiga con creces.
21/11/15 5:25 PM
Enrique R.
Agradezco a Dios este tiempo y este lugar. Él sostenga Su Obra y La haga prosperar según Su Misericordia.
22/11/15 3:13 PM
Enrique R.
Agradezco a Dios este tiempo y este lugar. Él sostenga Su Obra y La haga prosperar según Su Misericordia.
24/11/15 2:14 AM
No juzgo pero se puede mal entender que el Papa en Brazil en la JMJ le dió la comunión a una pareja cuya mujer era separada y vivía en adulterio. Muchos se agarran de eso y creen que pueden hacer lo mismo. Dios bendiga al Cardenal y lo llene de fortaleza por su testimonio de fidelidad a l Iglesia.
24/11/16 5:09 PM
Patricia
Nuestras oraciones querido Cardenal Sarah, Dios le bendiga y cuarde siempre, gracias, gracias por dar la cara por tantos que tememos todavía ser "mal vistos" y caer en desgracia en algunos círculos pastorales .
26/11/16 3:33 AM
Dolores
Muchas gracias Cardenal por su claridad y fortaleza. Esperemos que el Papa no lo misericordee como a los Cardenales Burke y Pell. Que la Virgen Santísima lo proteja y lo cubra con su manto.
26/11/16 12:53 PM
Carl
Si anteriormente na persona por la razón que fuera, quería iniciar un juicio de nulidad matrimonial eclesial se nesecitaba tener dinero, pues el juicio eclesial, era costoso, además los que no vivían en la ciudad de la diócesis tenía que desplazarse a la cede del obispado cuantas veces fuera necesario, y si había que promover un amparo o revisión implicaba ir hasta Roma. No es extraño que dada la superficialidad de la preparación religiosa y viviendo en una sociedad sexualizada en extremo, una proporción enorme, no cumple los requisitos de un matrimonio válido, los Católicos estamos así ante una avalancha de divorcios donde a la Iglesia le corresponden al mismo tiempo de exigir una preparación religiosa previa y la facilidad de hacer acequibles los juicios eclesiales. El Papa Francisco, decretó que los servicios religiosos No se deben cobrar, a lo que algunas Diócesis (por órdenes del Obispo), estaban camuflajeando el cobro con el de "aportación voluntaria", y esto es lo que hay de fondo en la rebelión de los Obispos liderados por Burque, no es la doctrina, la Fé, es el dinero!
27/12/16 6:40 PM

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