Monseñor Ladaria: «Los males de la Iglesia son por falta de oración»

Secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe

Monseñor Ladaria: «Los males de la Iglesia son por falta de oración»

El arzobispo Luis Fernando Ladaria, SJ acostumbra a no conceder entrevistas pero, tras participar en el Congreso La oración, fuerza que cambia el mundo, organizado por la Fundación Joseph Ratzinger-Benedicto XVI, en la Universidad Francisco de Vitoria de Madrid, charló con Alfa y Omega y reconoció que «cuando trabajas en la Curia, hace falta rezar más»

(Alfa y Omega/José Antonio Méndez) 

A veces, los fieles confunden orar con repetir unas fórmulas concretas. ¿Ha descuidado la Iglesia la pedagogía de la oración para los fieles?

La oración es mental y es vocal, y quizás el problema no es que se haga poca oración mental o poca oración vocal, sino que, simplemente, hacemos poca oración. La oración oficial de la Iglesia es vocal, cuando rezamos el oficio divino. Pero ambos modos de orar van juntos porque el hombre es alma y cuerpo, y si solo hago oración mental y no la expreso, o si solo expreso algo con palabras pero no pongo la mente en lo que digo, no lo estamos haciendo bien. Tiene que rezar la persona entera y, en diferentes momentos, rezamos de formas diferentes. No sé si se ha descuidado la pedagogía de la oración, lo que pasa es que es difícil.

¿Por qué?

Porque vivimos en un momento de secularización en el que parece que la oración es inútil, y ahí está el problema. Hoy es importante volver a lo fundamental, volver a entender qué significa la contemplación y la relación con Dios en nuestra vida .

Y usted, ¿cómo reza?

¡Como puedo! (risas)

Me alivia, porque ya somos dos…

Yo procuro rezar, y todos los días le dedico tiempo. No tanto como el que desearía, es verdad, pero es que… ¡si no se dedica tiempo a la oración, no se puede hacer oración!

Cuando se está en la Curia, ¿hace falta rezar más?

Sí, claro, hace falta rezar mucho. En realidad, todos tenemos esa necesidad: todos tenemos problemas estemos donde estemos, y necesitamos revalorizar nuestra oración y actualizar nuestra relación con Dios. Si uno está en un puesto de más responsabilidad, tiene más necesidad, pero en último término lo necesitamos todos.

Decía santa Teresa: «No sé de qué nos espantamos al ver los males de la Iglesia», si quienes debían ser ejemplo de santidad no rezan…

Los males de la Iglesia se deben a la falta de oración. Si rezáramos más, nos iría mejor. Tenemos que revitalizar nuestra relación con Dios como el motor del que vivimos. «El justo vivirá de la fe», dice san Pablo, citando a Habacuc. Y esta fe se expresa en la oración. Si no vivimos de la fe, algo falla, porque la fe lleva al amor.

Escándalos como el de monseñor Charamsa –sacerdote que trabajaba en la Congregación para la Doctrina de la Fe– afectan negativamente a la vida de oración de muchas personas.

Estas cosas afectan a la vida cristiana, porque el mal ejemplo es terrible. Todos sabemos la importancia que tiene el ejemplo. El buen ejemplo arrastra para el bien, y el malo, para el mal. Tenemos que tratar de dar buen ejemplo, y cuanto más arriba está uno, más obligado está a hacerlo, porque lo que hace o deje de hacer se ve más. Hay que pedir al Señor que nos ayude a dar testimonio. La mundanidad se vence dejándonos fascinar por Cristo.

En el Sínodo sobre la familia se ha hablado de la importancia de la oración en familia. ¿Hoy es especialmente importante que los esposos cristianos tengan vida de oración?

Sí, porque las dificultades son mayores. Hace un tiempo, la familia, por razones culturales y sociológicas, era una realidad establecida, y hoy sabemos que no es así. La fuerza de la oración es más necesaria, porque los problemas pueden ser más graves.

¿Cuáles deben ser las prioridades en la pastoral familiar?

La relación con Dios es la primera, porque Dios es siempre lo primero. Eso sí, la oración no puede ser excusa para apartarnos del mundo o para no cuidar a mi hermano. Eso sería un mal uso de la oración.

Este congreso se ha dado en el ámbito de la universidad. ¿Tiene cabida la dimensión espiritual en la educación, o es solo cosa de la catequesis?

¡Tiene que tener cabida! Si la educación es sacar todas las potencialidades de la persona, no podemos olvidar esa dimensión que llevamos dentro.

El lema del congreso ha sido La oración, fuerza que cambia el mundo. Muchos dirían que es la economía, la política, la violencia… ¿Cómo transforma el mundo la oración?

Porque empieza por cambiarnos a nosotros. Y si Dios cambia a las personas a través de la oración, cambiará el mundo. Si una persona quiere mejorar su vida de oración, debe ponerse en contacto con un sacerdote capaz de ayudarle, exponerle su vida y pedirle que le ayude a reforzar su oración. Y también haciendo algo que el Papa dice constantemente: ¿Por qué no llevamos en el bolsillo un Evangelio y lo leemos todos los días un ratito? Cinco minutos, no hace falta más. Es facilísimo, pero no siempre lo hacemos.

Ahora que cita al Papa, ¿por qué dice tanto: «Recen por mí»?

Porque se da cuenta de su responsabilidad al frente de la Iglesia. Ninguno es un ser aislado, tampoco el Papa, y por eso necesita de la comunión eclesial, de la ayuda espiritual de los fieles.

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12 comentarios

Beatriz Mercedes Alonso (Córdoba - Argentina)
"Los males de la Iglesia se deben a la falta de oración. Si rezáramos más, nos iría mejor. Tenemos que revitalizar nuestra relación con Dios como el motor del que vivimos. «El justo vivirá de la fe», dice san Pablo, citando a Habacuc. Y esta fe se expresa en la oración. Si no vivimos de la fe, algo falla, porque la fe lleva al amor".

"La oración, fuerza que cambia el mundo. Muchos dirían que es la economía, la política, la violencia… ¿Cómo transforma el mundo la oración?"
"Porque empieza por cambiarnos a nosotros. Y si Dios cambia a las personas a través de la oración, cambiará el mundo".

Eso es lo que está faltando: Oración, oración, oración. Que en las homilías se hable más de la necesidad de llevar una vida de oración.
8/11/15 10:22 AM
bartet
La oración no es algo mágico, es dirigirse a Dios y dejar la total confianza en Dios, "como un niño en brazos de su madre."
Hágase tu voluntad
8/11/15 2:15 PM
Juan Carlos ⛪
Un sacerdote jesuita hablando de oración y fe! No lo puedo creer!
8/11/15 3:06 PM
Gregory
Si no se dedica tiempo a la oración no se puede hacer oración, es una afirmación muy cierto por eso es que hay que buscar tiempo y lugar es muy Ignaciano el hacer esto.
8/11/15 3:20 PM
Beatriz Mercedes Alonso (Córdoba - Argentina)
Juan Carlos:

No todos los jesuitas son progres. Tienes algunos que son un ejemplo de ortodoxia.

Por ejemplo -por nombrarte alguno de nuestro días- el Padre Jorge Loring, fallecido el 25 de Diciembre de 2013, a la hora de la Divina Misericordia, autor del libro "Para salvarte", verdadera joya para la formación de un cristiano.

Era impresionante la fe que transmitía en todos sus programas. Su vozarrón hacía estremecer al más indiferentes de los televidentes. Realmente te contagiaba su fe en cada una de las palabras que pronunciaba. Hablando de la Sagrada Eucaristía te podía hacer llorar.

Recemos para que sean cada día más los sacerdotes (jesuitas o no) que, con sus palabras y enseñanzas, nos contagien tan profunda fe.

Bendiciones.
8/11/15 6:10 PM
Juan
¡Cierto! Tiene toda la razón. los católicos somos más HIPÓCRITAS que los mismos fariseos y escribas. No ayunamos, no estudiamos los principios de nuestra fe católica, de paso, tampoco leemos la Biblia ¡Ah! Nos da verguenza cargar un rosario.Somos los auténticos MORTIFAGOS.
8/11/15 11:19 PM
Gregory
Juan no conoces a todos los católicos como para hablar de esa forma. En tal caso hazlo por ti.
9/11/15 12:43 AM
Charo García
MUY cierto! (....)

Porque a través de la oración
se conecta el corazón
con el que entrega la Salvación
y así logras ver que todo tiene solución

Juan Carlos; quizás debes orar más para que lo puedas creer.
Juan; somos????
9/11/15 4:08 PM
Roberto
Pues no se que decir, yo conozco gente seglar que se pasa el día rezando. Evidentemente que los no creyentes no rezan.

Tampoco la oracion es un "vademecun" mágico que cure todos los males; es un medio imprescindible para el cristiano pero después hay que hacer muchas más cosas. También en la oración puede haber "vicios" y tentaciones que la desvirtúan apartándola de su finalidad y llevando a una falsa mística donde bajo formas religiosas nos podemos acabar mirando a nosotros mismos. Cuidado, que esto puede ser más común de lo que pensamos.
10/11/15 11:55 AM
Gregory
La oración nos permite celebra y vivir el misterio, hablar con Dios, que nos auxilia con su gracia para el camino de cada día es decir para nuestra vida se ora para ser lo que somos con la gracia de Dios.Lo importante es que oremos.
11/11/15 3:17 AM
Oremos más, nos lo pidió la V. de Fátima hace casi un siglo
Desde que me convencí de la necesidad de la Oración, y como ya soy catana... le dedico todo el día a la oración y lectura espiritual. Gracias a Dios!
12/11/15 11:52 PM
Esperando
Me ha gustado el titular. Justo esta mañana pensaba: ¿todo lo que nos está ocurriendo en la Iglesia no será por falta de oración?. Y tb me parecía q a más alto cargo, más horas ante el Sagrario, pq sino, la torta es más monumental, para el individuo y para la comunidad q pastorea. Te apetezca o no, te parezca q pierdes el tiempo (siempre falso a mi parecer) o no, tengas ideas en la oración o no. Es tan importante y vital, creo yo!!. El actúa mucho más allá de nuestras sensaciones, apetencias y razonamientos... ¡gracias a Dios!. Es amor, es El. Yo no soy jefe de nada sino medio jefa de mi casa, pero si lo fuera de un grupo de creyentes o consagrados, obligaría a la oración. Atravesar la espesura de uno mismo en su acepción más amplia, para estar con El. Y El obra... maravillas. Como no puede ser de otra manera.
1/07/17 3:48 PM

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