(Andina) «Hay un cielo y hay un infierno. Nos vamos al cielo porque Dios nos invita, nos bendice, nos perdona y nos lleva, pero también te dice: Quieres venir, eres libre. Quieres seguir mintiendo, seguir siendo una persona que hace daño, quieres seguir matando a los niños en la tragedia del aborto; te espera un infierno grande», aseveró.
Durante la misa por el Señor de los Milagros, a su salida del templo de las Nazarenas para realizar su quinta y última procesión del presente año, el cardenal Cipriani pidió al Cristo Morado que ayude a todos los peruanos a ir al cielo.
«Aquí abajo en la tierra nada nos tranquiliza, ni el dinero, ni el placer, ni el poder, lo único que adelanta esa eternidad eres tú, Señor de los Milagros, por eso cuando estas con nosotros vemos un poquito lo que será el gozo, esa alegría, esa bendición», señaló.
Asimismo, recordó que Dios nos ha creado para la eternidad y que el bautismo es la puerta de este camino. «Hay que bautizar a esas criaturas desde pequeñitos, debemos ponerles la vestidura blanca (del bautizo) para que el Señor diga: éste es mi hijo. A partir de ese momento: papás, profesores eduquen en la fe a los niños, a los jóvenes, esa realidad del destino eterno se inicia en el bautismo».
En otro momento, el arzobispo de Lima mencionó que no existe santo sin oración y sin amor al prójimo. «Por eso no es tan difícil, el Señor en su misericordia te perdona, te busca, te llama, te espera. Quisiera mencionar a esos millones, que algún día como nosotros, estuvieron delante de ti, Señor de los Milagros, en la procesión», anotó.