(Actuall/Tamara García Yuste) El secularismo ha ido creciendo en la patria de San Estanislao y Juan Pablo II. Según el censo de la Iglesia polaca, el número de católicos que van a misa dominical ha bajado del 51% en 1980 al 39,1% en 2013.
Plataforma Cívica, en el poder desde 2007, se ha rendido a este secularismo. Hasta hace poco ha sido reconocido como un partido democristiano de centro-derecha, pero en los últimos años se ha inclinado a la izquierda con el deseo de tener buenas relaciones con la Unión Europea.
Casi todos los diputados de este partido son católicos, y su ex presidente nacional, Bronislaw Komorowski, estudió en un seminario franciscano. Pero tanto Komoroski como su partido han demostrado que no creen que su fe tenga que tener dimensión pública.
Como presidente, Komorowski firmó una ley de fecundación in vitro, que permite la creación de seis embriones en cada proceso y ha intentado legalizar las uniones homosexuales.
Aunque las ONG provida de Polonia han conseguido cientos de miles de firmas para prohibir el aborto por completo, Plataforma Cívica ha ignorado la voz de estos ciudadanos en los trámites parlamentarios.
Este partido se ha dedicado a acosar a todos los médicos que se han negado a realizar abortos aunque fueran legales. Por ello, el Tribunal Constitucional del país decretó que limitar el derecho de objeción de conciencia es contrario a la constitución de la nación.
Sin embargo, desde el pasado mayo Polonia cuenta con un bastión católico que se enfrenta a la amenaza laicista. Se trata de Andrzej Duda, líder del partido Ley y Justicia, que tras proclamarse vencedor en las elecciones presidenciales, se ha convertido en contrapunto de una Plataforma Cívica que ha visto tambalear su poder.
Duda se considera por encima de todo un católico devoto y en numerosas ocasiones ha mencionado que la fe es la parte más importante de su vida. Nacido hace 43 años fue miembro activo del movimiento scout, un grupo muy ligado a la Iglesia.
Y se ha conducido siempre con una absoluta falta de complejos. Así, el pasado mes de mayo, y durante la celebración de la misa del Corpus Christi, hizo demostración pública de su fe, cuando rescató una Sagrada Forma que había caído al suelo por el fuerte viento y se la llevó al cardenal Kazimierz Nycz.
A diferencia de Komorowski, Duda no es políticamente correcto ni está dispuesto a ceder a las exigencias de la Unión Europea, en materia de ingeniería social. De hecho, su primer veto presidencial fue a una ley de Plataforma Cívica que permite el cambio de sexo solamente llenando un impreso, independientemente de la realidad biológica.
Además, Ley y Justicia ha anunciado que ofrecerá un apoyo económico a las familias polacas, especialmente a las desfavorecidas y numerosas, lo que contrasta con la tónica de Komorowsi que ante la duda se ha inclinado siempre por la ideología de género.
Para llevar a cabo su programa, Duda tendría que conseguir la mayoría parlamentaria. Las encuestas apuntan que Plataforma Cívica perderá frente a Ley y Justicia por un amplio margen.
Polonia es junto con la Hungría de Viktor Orban uno de los pocos países de la Unión Europea que se atreven a desafiar los aires laicistas y de ideología de género de la Unión Europea.
La victoria del partido de Duda en las parlamentarias serviría para afianzar su poder y supondría una importante victoria para un país en trance de perder su identidad cultural y religiosa.