(Asia News/InfoCatólica) Por primera vez desde 1967 la ciudad santa de cristianos, hebreos y musulmanes surcada por una línea divisoria y no excluyen otras barreras, si bien el ministerio de Exteriores asegura precisar que «no tiene ningún valor político y sólo sirve para garantizar una mayor seguridad». Según los medios locales se trata de pocas decenas de metros y será retirado en el momento en el cual termine la violencia.
Se trata de un verdadero muro de cemento, similar al que erigido en Cisjordania, que se construyó con la intención de frenar el lanzamiento de piedras y Molotov hacia el barrio de Armon HaNatziv.