(Agencias/InfoCatólica) La menor, que ha estado acompañada por las asistentes sociales, recurrió a la Fiscalía de Menores de la Audiencia Provincial de Pontevedra porque se quedó embarazada tras mantener relaciones sexuales con un joven de su misma edad y, cuando quiso abortar, sus padres se opusieron. Los progenitores de la adolescente apelaban a sus creencias religiosas –son evangélicos– y se ofrecían a cuidar del niño que naciese de ese embarazo, pero la menor no quería continuar con el mismo.
El fallo judicial autorizaba el aborto «siempre y cuando se observen los plazos y demás requisitos previstos» por la ley y, una vez que se comprobó que se cumplían, se pudo practicar sin problemas. Desde entonces, la chica ha sido alejada de su familia y se encuentra en un centro de menores.
La autorización judicial se centra en la «conflictividad familiar existente» en el entorno de la adolescente y paralelamente requiere que el caso sea puesto en conocimiento del Servicio de Protección de Menores y se realice un proceso de intermediación familiar para «suavizar» las relaciones entre padres e hija.
La sentencia es ya de hace unos días, pero no se dio a conocer hasta que el aborto ya había sido practicado. El fiscal superior de Galicia, Fernando Suanzes, se refirió este viernes al caso y respaldó la resolución del juzgado vigués porque se trata de «un planteamiento que recoge la ley» y, asegura, supone respetar «el interés superior de la menor».