(InfoCatólica) «La indignante prohibición del aborto en Chile crea un clima de temor entre los profesionales de la salud, cuyo primer impulso es a menudo denunciar ante la policía los casos de mujeres o niñas sospechosas de haberse sometido a un aborto, en lugar de proporcionarles tratamiento para salvarles la vida. Esta situación crea un sistema de atención médica de dos niveles, en el que a las mujeres se las considera meros receptáculos portadores de hijos», ha manifestado Fernanda Doz Costa, investigadora de Amnistía Internacional sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales en América.
La resposable de esa ONG proabortista añade:
«Chile debe abandonar de una vez esta draconiana prohibición de la era de Pinochet. Existen pruebas claras de que el prohibir el aborto en todas las circunstancias no impide que se practiquen abortos. Para lo único que sirve es para obligar a las mujeres y las niñas, especialmente las que disponen de pocos recursos, a buscar peligrosos tratamientos clandestinos que ponen sus vidas en peligro. Aunque sigue siendo limitado, el proyecto de ley que se está debatiendo puede convertirse en un importante primer paso en la dirección correcta.»