(Fides) La presencia de cristianos coptos en las listas del Partido salafista al-Nour es un «acto necesario» ya que los líderes de la formación islámica están obligados por la ley electoral, y está dentro de los requisitos previos constitucionales que los partidos políticos deben cumplir para ser admitidos en las próximas elecciones parlamentarias.
Las normas actuales establecen que en la próxima asamblea parlamentaria los cristianos tengan al menos 24 escaños, mientras que 56 están destinados a mujeres. Entre los grupos sociales a los que la Constitución reserva un porcentaje de los escaños parlamentarios también están los jóvenes, obreros y campesinos.
Entre los candidatos coptos en las listas del Partido Conservador salafista está el activista copto Nader El-Serafy, co-fundador de «Copts 38», el movimiento laico fundado en 2011 para exigir la restauración de las disposiciones canónicas establecidas por la Iglesia Copta Ortodoxa en 1938 - y posteriormente derogadas - que admitían 9 condiciones bajo las que se concedía a los coptos cristianos el divorcio.
En respuesta a las observaciones de quienes critican su elección, El-Sarafy ha subrayado en repetidas ocasiones que la Iglesia copta nunca ha condenado la elección de los cristianos que eligen servir en los partidos de inspiración islámica. En su opinión, la presencia de personas bautizadas en las listas de al-Nour encarna «un modelo optimo de ejercicio de la ciudadanía», lo que demuestra que las personas de diferentes creencias religiosas pueden coexistir en la misma formación política persiguiendo programas que se centran en el interés nacional y no en reivindicaciones confesionales.