(Asia News/InfoCatólica) «Desde que nos casamos tuvimos que cambiar varias veces de lugar donde vivir. Donde sea que vayamos, después de algunos meses, la gente nos pregunta sobre la conversión de mi amada esposa. Algunas veces los imán quieren que nos convirtamos al Islam y nos amenazan con las más terribles consecuencias. Mi mujer, mis hijas y yo estamos entonces obligados a mudarnos a otro lugar. Nos sentimos amenazados apenas la gente se entera del pasado islámico de mi esposa». Khurram Naveed resume así la odisea a la cual está obligada su familia desde que él se casó con una muchacha musulmana que se convirtió al C ristianismo.
«Escapar de un lugar a otro- agrega- no es fácil: se deben enfrentar muchos problemas. Hasta ahora cambié 6 veces de trabajo y encontrar un trabajo en un lugar nuevo no es nada fácil. Pero necesitamos tener seguridad para nuestra vida y por eso pedimos ayuda al pueblo de Dios».
Conversión de Sobia
Todo se inició cuando Khurram, de 33 años, cristiano, y Sobia, de 25, hija de Muhammad Riaz, que reside en Jameel Park en Faisalabad, comenzaron a enseñar en la escuela primaria «The Light» («La Luz») -una escuela cristiana- en el año 2009.
Siendo una escuela de impronta cristiana, se impartían lecciones sobre la Biblia que estaban abiertas a los estudiantes y docentes. Sobia comenzó a sumarse a dichas lecciones junto a algunos cristianos, encontrándose allí con los evangelios y sus enseñanzas. Comenzó a leer la Biblia y finalmente decidió abrazar la fe cristiana.
Para compartir sus impresiones sobre el cristianismo y ser ayudada para acercarse al sacramento del Bautismo, Sobia pidió ayuda a otro docente, Khurram Naveed, quien habló con un pastor para comentarle la situación de la joven.
Después de muchas discusiones con Sobia y viendo cuan plena conciencia de la fe en Jesucristo tenía, el pastor decidió bautizarla cuando alcanzara la mayoría de edad, a los 21 años. Bautizada el 9 de enero de 2010, recibió entonces un nuevo nombre, Mariam (María).
Después de la conversión, Mariam quiso casarse con el joven cristiano. Finalmente, el 20 de abril, Khurram y Sobia se casaron. Su matrimonio fue registrado como matrimonio cristiano según la ley (Art. 32 y 54, Sección 9).
Oposición de la familia de ella
Durante tres años todo anduvo bien, pero en abril de este año los padres de Mariam llegaron a conocer el domicilio donde habitaban. Los parientes no intervinieron en manera directa, sino que agitaron a los vecinos de la pareja. Empezaron comentando que Mariam era musulmana, y que había sido raptada y convertida por Khurram Naveed.
Los vecinos empezaron a cuestionar la religión de la pareja, hasta que un imán los intimó a convertirse al islam o a someterse a las consecuencias. Después de pocos días, la pareja tuvo que escapar a otro lugar secreto, pero también allí fueron encontrados por los padres de Mariam. Así que tuvieron que huir de nuevo, cambiando de ciudad, porque no se sentían seguros cuando la gente llegaba a conocer su pasado. En este momento ambos están escondidos en un lugar secreto, junto a sus dos hijas, Ramia, de cuatro años y Eman, de dos.
Si bien a la escuela le iba bien y era muy respetada, fue imposible seguir manteniéndola abierta después de la conversión de Sobia,» dice el Rev. Mukhtar Fazal, propietario de la Escuela Primaria Cristiana ‘The Light ’. «Tuve que vender el edificio a la mitad de su precio de mercado. Mi negocio fue arruinado a pesar de que yo no estaba involucrado en el asunto en forma directa.»
«Rezo para que esta pareja cristiana pueda tener un futuro tranquilo en nuestra sociedad. Y espero que algún cristiano del mundo pueda ayudarlos a encontrar un poco de tranquilidad. Para mí, la única posibilidad que veo para ellos es transferirse a otra nación»
Permanecemos fieles a Cristo
Por su parte, María, hablando con AsiaNews, explica cuáles son las dificultades de ser cristiano en Pakistán: «Me convertí al cristianismo hace más de cinco años, pero ahora no tengo mi carta de identidad cristiana, como tampoco otros documentos. Si yo voy a cualquier oficina del gobierno y pido los documentos donde indico mi nueva fe, me arriesgo a sufrir amenazas por haberme convertido al Cristianismo. Tener documentos es fundamental: sin ellos no podemos inscribir a nuestras hijas en la escuela. Y estando yo todavía registrada como musulmana, esto me acarrea nuevas amenazas. Espero tanto que alguien nos ayude, porque ya es imposible vivir una vida en libertad».
«De todos modos-concluye- incluso en medio de todos estos problemas, permanecemos fieles en nuestra fe, siguiendo las enseñanzas del Señor Jesús hasta el último suspiro. Lo he aceptado a Él en mi corazón y no voy a dar marcha atrás».