(InfoCatolica) «Estamos», asegura el cardenal, «con parecida dispersión y división del texto del Profeta: grupos enfrentados, naciones en lucha, intereses contrapuestos, confrontación de religiones, familias divididas, gentes exiliadas; sigue habiendo hambre y mucha pobreza, mucha gente sin un pedazo de tierra donde ponerse en pie, mientras otros nadan en la abundancia o pasan de largo de la miseria de sus hermanos, una masa ingente que no cuenta».
Amenazada la unidad de España
El prelado además advierte que «continúan los secesionismos y nacionalismos interesados ideológicos que destruyen la unidad -bien moral a mantener-; no pocos que deberían ser guías de los pueblos y de las gentes, servirles y unirlos, anteponen sus propios intereses, los de su clase o los de su grupo o movimiento, los de su partido o los de su ideología, al bien común, al bien que reúne y unifica; en lugar de reunir, dispersan; en lugar de servir a la verdad que se realiza en el amor, acuden a la mentira como arma para sus propios "intereses"; en lugar de guardar a las gentes las llevan a la intemperie, a las periferias existenciales, y las dejan abandonadas; siguen levantándose muros y barreras, alimentándose el odio y la confrontación; demasiados muros ideológicos, muchas veces de odio, de afán de dominio, de miedo...»
Aborto y familia
El cardenal asegura que la división «se acentúa cuando se trata de cuestiones de fondo, fundamentales: la posición, por ejemplo, ante la vida y la protección de la vida naciente o de la madre gestante, o la vida terminal -por cierto, ¿a qué espera el Tribunal Constitucional para pronunciarse sobre el recurso de la actual legislación que legitima el aborto, y que, dígase lo que se quiere, acaba de ratificarse en el Parlamento español, perpetuando el gravísimo error y mal de la actual legislación y actuando contra el hombre y, por tanto, contra el bien común que han de ser protegidos y promovidos por los que se ocupan de la cosa pública?».
Iguamente afirma que una «cuestión fundamental que genera división y conflicto es la posición ante la familia asentada sobre la firme base de la verdad del matrimonio entre un hombre y una mujer como unión de amor estable, indisoluble, entre ambos, reconocida legalmente y abierta a la vida».