(La Razón) Pero la sorpresa fue grande cuando, en contra de lo esperado, el equipo médico y la doctora Daniela Simon, encargada de este caso, les comunicaron que habían decidido no detener la alimentación de Vincent Lambert y, además, habían recurrido al fiscal de la República para que se designe un representante legal del paciente.
El 5 de junio, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos validó que se cesaran los tratamientos que recibe Vincent Lambert. Lo que parecía el punto final de la vida de este hombre, que desde hace dos años está envuelta en un conflicto familiar, judicial y mediático. Por un lado, su mujer y un sobrino, apoyados por dos hermanos y 4 hermanastros, piden que se le interrumpa la alimentación artificial y la hidratación. Por otro, sus padres y otros dos hermanos consideran que no se le puede aplicar la llamada «ley Leonetti» y cesar los cuidados que recibe porque Vincent no se está muriendo.
Con esta última decisión, el hospital de Reims no se pronuncia sobre el fondo del asunto, sino sobre las condiciones de una eventual decisión de la suspensión de los cuidados. En un comunicado emitido ayer afirma que la doctora encargada del caso considera que «las condiciones de serenidad y de seguridad necesarias para seguir este procedimiento, tanto para Vincent Lambert como para el equipo sanitario, no están reunidas».
La ministra de Sanidad, Marisol Touraine, ha aportado al equipo médico «todo su apoyo», y recuerda que «no ha tomado esta decisión porque se niegue a detener el tratamiento de Vincent Lambert», sino por que no están reunidas «las condiciones de seguridad y de serenidad necesarias para poner por obra este tipo de decisión».
La doctora Simon ha acudido al fiscal de Reims para que determine quién es el representante legal de los derechos e intereses del paciente. Hasta ahora, en todos los procedimientos médicos y legales se había dado primacía a la palabra de Rachel, la esposa de Vincent Lambert, que está a favor de que se interrumpan los cuidados.
Al conocer la decisión del hospital de Reims, Rachel Lambert manifestó su «incomprensión» porque ni siquiera se había tratado la cuestión de la detención de la alimentación y la hidratación, y ella «esperaba el fin de este recorrido judicial de dos años» tras la decisión del Tribunal de Estrasburgo.
Para Paillot, uno de los abogados de los padres de Vincent se trata de una decisión «sabia» y que prueba «que en realidad los médicos han elegido renunciar a detener los tratamientos», una decisión que «abre la puerta a un eventual traslado de Vincent a un establecimiento especializado» como esperan sus padres y parte de su familia, que no podían ocultar ayer su alivio tras este inesperado desenlace.
La madre de Vincent Lambert considera que los médicos reconocen así que su hijo «está vivo, porque quieren protegerlo», y espera que pueda ser trasladado de centro: «Ésa sería la decisión más sabia». Lo mismo opina uno de los hijos que le apoyan: «Por el interés de todos, lo ideal sería que ahora el fiscal estimara que es necesario su traslado tanto por su protección como por el bien del equipo médico para poder llevarlo a uno de los seis establecimientos que están preparados para acogerle». Según el padre de Lambert, la médico evocó ante ellos «un proyecto de secuestro de Vincent» sin ofrecer otra precisión.