(Opus Dei) El obispo de la diócesis de Barbastro-Monzón, Angel Pérez Pueyo, presidió la concelebración eucarística como acto central de la fiesta a la que siguieron actuaciones y juegos para las familias.
El obispo agradeció el trabajo realizado en estos años «a todos los que habéis contribuido a que la gracia de Dios llegue a esta diócesis y a la Iglesia universal desde este santuario, que es fruto del inmenso amor a la Virgen que tenía san Josemaría».
El 40 aniversario coincide con un nuevo rector en Torreciudad, el sacerdote Javier Cremades, que afronta «este reto con una enorme ilusión para servir a la Iglesia». Sustituye a Javier Mora-Figueroa, rector durante 17 años, que se muestra «muy agradecido por el cariño a la Virgen que he visto y por el aprecio sentido por tantos amigos».
El arquitecto Heliodoro Dols, que dirigió los trabajos de construcción, destacó el deseo de san Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei, de que «el nuevo santuario continuara una devoción secular y aumentara la devoción a la Virgen y a los sacramentos». Dols, premio nacional de Arquitectura, recibió el encargo de construir el santuario en 1963.
La actitud de agradecimiento ha sido la más frecuente entre los asistentes a los actos. Victor Garuz, de La Puebla, señala que «me casé en la ermita, fui ofrecido a la Virgen y son más de 76 años viniendo». Parecido es el caso de Jesús Cosculluela, de El Grado, y de Antonio Miguel Sanchón, de Buera, 92 años, que viene con su esposa Rosa y su hija Nuria, muy contentos de «compartir cariño con la Virgen en Dulcis y aquí».