(La Razón/InfoCatólica) Según Curaev, «no tiene nada de peligroso para los cristianos» que cada una de las comunidades eclesiásticas festeje en fechas distintas la Resurrección del Señor tras su crucifixión. El teólogo ruso recordó que ya el Concilio Vaticano II planteó como posible fecha de consenso el segundo domingo de abril.
Curaev no fue el único que se mostró contrario a la idea de Francisco. Nikolai Balashov, vicepresidente del Departamento de Relaciones Eclesiásticas Externas del Patriarcado de Moscú, manifestó que esta comunidad eclesiástica ortodoxa no está dispuesta a moverse un centímetro de su posición. «Si el Papa pretende aceptar la fecha de los ortodoxos, entonces su propuesta es bienvenida. En caso contrario, resulta inaceptable».