(Alfa y Omega/Marta Petrosillo) La fundación pontificia llevaba apoyando la labor del religioso desde 2004 y, sobre todo, desde el inicio del conflicto sirio en 2011.
Este próximo domingo 21 de junio, un mes tras su secuestro, la Fundación de la Santa Sede AIN invita a todos a rezar por el padre Mourad y, al mismo tiempo, por los cristianos y el pueblo sirios. Las 21 sedes nacionales de la fundación pontificia van a lanzar una campaña internacional en los medios de comunicación y los medios sociales utilizando la etiqueta #PrayingForFatherMourad.
En el monasterio de San Moisés el Abisinio (Deir Mar Musa), fundado por el también secuestrado padre Paolo Dall’Oglio al norte de Damasco, la comunidad del padre Mourad ha acogido con entusiasmo la iniciativa de AIN: «Vuestras oraciones son importantes tanto para el padre Mourad como para los cristianos sirios», ha declarado el padre Jihad Youssef a AIN, «pero también para muchos musulmanes, que no podemos olvidar son la primera víctima del fundamentalismo. En términos cuantitativos, son ellos los que sufren mayormente a causa de sus propios correligionarios».
Este religioso de Deir Mar Musa recuerda cómo, en la región de Qaryatayn, el padre Jacques se convirtió en un punto de referencia, también para la comunidad islámica local. «Era muy respetado, incluso por imanes y jeques», afirma el padre Jihad. «En el monasterio de San Elías, donde vivía, acogió a más de 50 familias musulmanas, además de 100 niños». Además, el religioso ayudó a estas familias a reconstruir sus casas destruidas y les suministró víveres y medicinas, gracias también al apoyo de Ayuda a la Iglesia Necesitada.
El encargado del departamento de Oriente Próximo de Ayuda a la Iglesia Necesitada, el padre Andrzej Halemba, dice: «el padre Jacques ayudó siempre a todo el mundo, ya fueran cristianos o musulmanes. Ayudó a todos, pero nunca tomó partido por ninguna parte. ¿Por qué han secuestrado a un hombre así? Podemos ver una vez más cómo la guerra se cobra a las mejores personas. El padre Jacques es un líder espiritual de cristianos y musulmanes; personas de las dos religiones le admiran y confían en él».
«Nuestro apoyo a los musulmanes», escribió el propio padre Mourad a AIN, «es la simple expresión de la Iglesia que acude en ayuda de todos: pobres, enfermos, criminales, pecadores y perseguidos». Junto al padre Mourad también fue secuestrado su colaborador, Boutros Hanna Dekermenjian, un armenio de 38 años de edad que intentó impedir el secuestro. Según ha confirmado el padre Jihad Youssef a AIN, hasta el momento no hay noticias ni de los secuestrados ni de la identidad de los raptores. Al invitar a unirse a la oración, el padre Jihad considera que la actual situación de los cristianos orientales es «una auténtica prueba de fe. Si de verdad amamos a Cristo crucificado, estaremos dispuestos a darnos a los otros».