(Fides) La reunión de los obispos greco-melquitas, en curso en la residencia patriarcal de verano de Ain Trez, tiene en la agenda el tema de la familia y de las situaciones de emergencia que viven las comunidades en Siria. Pero en una parte de su discurso, las consideraciones del patriarca Grégoire se extendieron a las convulsiones que afectan a toda la región de Oriente Medio y empujan a la población a huir a otras zonas del mundo.
Al presentar los datos de la encuesta citada, el Primado de la Iglesia greco-melquita señaló que entre los potenciales migrantes libaneses la mayoría son cristianos. «Si este es el caso del Líbano - dijo el Patriarca en su discurso, cuyo texto hemos recibido en la Agencia Fides - ¿que ocurrirá en los países con menos estabilidad? Es necesario que operemos en todos los sentidos para tratar de detener esta hemorragia».
También ayer, en la sede patriarcal de Bkerkè, comenzó la asamblea anual del Sínodo de la Iglesia Maronita, presidida por el patriarca de Antioquía de los Maronitas, Bechara Boutros Rai.
En la apretada agenda de la Asamblea sinodal maronita están incluidos temas importantes tales como el estado de los tribunales religiosos y su servicio en relación a las crisis matrimoniales; la enseñanza teológica en las instituciones eclesiásticas; el trabajo de las misiones y de las diócesis maronitas fuera del territorio libanés, en la diáspora. Pero el patriarca, en su discurso de inauguración de los trabajos, también se refirió a la parálisis política a la que se está enfrentando la nación:
«Ningún auténtico libanés puede tolerar la vacante de la oficina presidencial, que ha comenzado un segundo año en esta situación y que aumenta el mal funcionamiento de las instituciones constitucionales, así como la pobreza y la anarquía».
Los obispos maronitas oraron para pedir que «la guerra en Siria, Iraq, Yemen termine, por la vía diplomática», y que se restablezca y consolide la paz en Tierra Santa y en todos los países de Oriente Medio.