(Javier G.F.Cuervo/Infocatólica) A favor votaron cuatro congresistas: Martín Rivas y Rubén Condori (de Gana Perú), Juan Carlos Eguren (del Partido Popular Cristiano-Alianza Para el Progreso) y Martha Chávez (de Fuerza Popular); Sólo votó en contra la congresista Verónika Mendoza (Acción Popular-Frente Amplio).
La Unión solidaria es un acuerdo voluntario entre dos personas mayores de edad que hacen vida en común, y conlleva derechos patrimoniales y asistenciales, pero se diferencia de la Unión Civil en cuatro principales asuntos:
1.-Con la Unión Solidaria no se origina un estado civil nuevo, es decir, las parejas ligadas por esta unión seguirán figurando como solteras en su DNI.
2.-La Unión Solidaria no se equipara al matrimonio al no crearse vínculos de parentesco con el compañero.
3.-El compañero sólo podrá tomar decisiones médicas en caso de emergencia.
4.-Al no ser una unión sentimental, si el compañero está en prisión, no hay prerrogativa para otorgar el derecho a las visitas íntimas.
Sin embargo, Para Juan Carlos Euguren, Presidente de la comisión que ha aprobado el proyecto de ley, «Este proyecto no significará un retroceso para quienes buscan la Unión Civil, porque se reconoce legalmente y públicamente la unión. Sin embargo, a través de la Unión Solidaria este reconocimiento se da también a otras personas que han decidido hacer vida en común y no necesariamente son homosexuales».
A su vez, esto ha provocado encontradas posiciones: Por una parte, Monseñor Javier, arzobispo de Arequipa, opinó que «es una declaración de respeto del derecho de libre determinación de un ser humano respecto a su amor y beneficiar con su patrimonio a otras personas. Me parece que es algo bastante saludable. Yo creo que es una medida bastante correcta», mientras que la comunidad LGTB se ha mostrado indignada en las redes sociales.