(Alfa y Omega/J.M.Ballester) Sin embargo, esta católica convencida no podía dejar de pasar ante la Sábana Santa, excepcionalmente expuesta en la catedral desde abril hasta mediados de junio. «Le he pedido [a la Sábana Santa] que [Belén] deje de estar amurallada, que vuelva a ser un lugar de encuentro y de paz», declaró en una entrevista concedida a Famiglia Cristiana. Asimismo, insiste en recordar que el 82% del territorio de Belén sigue bajo control israelí.
Añadió que «en los siglos pasados, Belén fue siempre una ciudad de paz; hoy está dividida y sofocada, pero confío en que puede redescubrir su vocación de lugar de encuentro». Estas palabras son la prueba de que, ante todo, Baboun quiere transmitir un mensaje de esperanza.
Preguntada por el significado que adquiere la reciente canonización de dos monjas palestinas, Baboun afirma que «hay un vínculo muy estrecho entre la experiencia humana de las dos santas y el territorio en el que vivieron», plasmado, entre otros ejemplos, «en el Convento del Carmelo fundado por sor Mariam Bourdy». «Es», precisa, «un punto de referencia, lo que significa que hay una tradición y que la santidad de estas dos personas todavía sigue viva». Y, sobre todo, «reconocer todo esto significa valorar el papel que el mundo católico juega en la cultura y espiritualidad de Tierra Santa, no solo en tiempos pasados sino también en la espiritualidad contemporánea».