(CitizenGo) Agarraron el caso extremo de una niña de 10 años violada y lo convirtieron en su bandera. «No les preocupa la niña. Les preocupa legalizar el aborto. Es la misma estrategia que siguieron con otra niña, Beatriz, en El Salvador. Exactamente el mismo caso», explica la líderr provida Regina de Cardenal.
La niña está bien y el gobierno ha desaconsejado el aborto. A pesar de ello, Amnistía Internacional insiste en practiarle un aborto. «Insisten aprovechando el revuelo mediático», explica Losada.
Además, este martes 19 el Senado realizará un debate sobre la legalización del aborto y la eutanasia. Dicho debate servirá de base para una eventual reforma del Código Penal, explican fuentes parlamentarias.
Al debate han sido llamadas las universidades. Sin embargo, la Universidad Nacional de Asunción, la Universidad Católica, y la UniNorte han declinado la invitación. Afirman que el derecho a la vida ya está consagrado en la Constitución. No hay, no debería haber más debate. ¡Bien!
También ha intervenido la Iglesia. El pasado domingo 10, el presidente de la Conferencia Episcopal, Mons. Claudio Gómez, afirmaba lo siguiente:
«El país está dividido en dos: algunos quieren legalizar el aborto, el asesinato de un inocente que está aún en pleno periodo de gestación; y por el otro los que se oponen a esa idea (….) Legalizar la muerte de un niño ¿es amarnos los unos a los otros?»
Y el pasado miércoles el gobierno respondía a las presiones de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU recordando que nuestra Constitución consagra el derecho a la vida.
No obstante el Foro para el Diálogo Civil ha canalizado más de 20.000 correos electrónicos dirigidos al presidente de la Comisión de Legislación del Senado, al presidente de la Comisión de reforma del Sistema Penal y Penitenciario, a Amnistía Internacional Paraguay y al ministro de Salud, Antonio Barrios.
Esto es lo que miles de paraguayos les están diciendo:
«Despenalizar el aborto o la eutanasia quebraría la convivencia, irrespetaría el derecho a la vida y sería inconstitucional. Espero que estén a la altura de las circunstancias. En cuanto al polémico embarazo de la niña de 10 años coincido con Amnistía Internacional en reclamar una investigación independiente e imparcial sobre la violación de la niña y hacer rendir cuentas a los responsables del abuso. Sin embargo, le pido a la ONG internacional que cese la intolerable injerencia ideológica en el país».