(María Martínez López en Alfa y Omega) París, Venecia, Gante u Oxford son algunos de los sitios donde podrán viajar los voluntarios de Nártex. Allí, pasarán varias semanas como guías para los turistas hispanohablantes, utilizando los tesoros artísticos de sus templos para evangelizar
Para poner en marcha estos proyectos, Nártex trabaja con asociaciones similares, como las ARC (Arte, Reencuentro y Comunidad) presentes en distintos países. Cada una de estas asociaciones, por un lado, organiza los proyectos en sus propias ciudades; y, por otro lado, busca y selecciona los voluntarios de su país para ser guías en su idioma en otros lugares.
Por ejemplo, Nartex está intentando poner en marcha proyectos en Madrid y Cádiz, donde habrá voluntarios españoles, ingleses y franceses, y quizá italianos y alemanes. A la vez, está seleccionando voluntarios españoles para ser guías en otros países. Aunque la lista de destinos no está cerrada aún, cuentan con que haya proyectos en Francia (París, Montpellier y Poitiers), Italia (Florencia y Venecia), Bélgica (Gante) y Reino Unido (Oxford).
Los requisitos para ser voluntario es tener una buena formación cristiana y vida de fe, y unos conocimientos mínimos de inglés o de francés. «Ellos tendrán que explicar los monumentos en español, pero la formación y la vida en comunidad con los otros voluntarios tendrán que hacerla en esos idiomas», explica Isabel Fernández, Presidenta de la asociación. Sumando estos requisitos y la disponibilidad de tiempo que tengan en verano –hay proyectos desde dos hasta cinco semanas–, Nártex hace un proceso de selección y asigna los voluntarios.
Además de trabajar enseñando templos únicos, «a los voluntarios se les ofrecen actividades de tiempo libre. Esto incluye cosas que, yendo como turistas, nunca podrían hacer, como ver los fuegos artificiales de las fiestas del Redentor en Venecia desde la terraza de la catedral, o subir a ver las gárgolas de Notre Dame». Sin embargo, para Isabel lo más importante es «la labor evangelizadora que van a realizar. Este voluntariado no consiste sólo en viajar gratis, aprender un idioma y conocer gente», sino que supone dar a conocer la riqueza del cristianismo y cómo se ha manifestado durante siglos en la cultura y el arte.
Este verano, Nártex está intentando relanzar los proyectos veraniegos de evangelización y cultura en España. «En nuestro país, cuesta mucho sacarlos adelante porque en los sitios que atraen a mucha gente hay problemas con los guías oficiales, algunos cabildos tienen sacerdotes con distintos criterios… Otro problema es que el anfitrión tiene que ofrecer el alojamiento y la manutención de los voluntarios», algo que muchas veces Nártex no puede financiar. «Hay parroquias a las que no les importa dejar la colecta de un domingo para financiar esto, pero otras no pueden».
Para superar este obstáculo y que sea «rentable» mantener a un equipo internacional de voluntarios durante varias semanas, «nos hemos planteado elegir varias iglesias de Madrid en vez de una sola. Se lo hemos planteado a unas cuantas del centro, y estamos esperando su respuesta. Algunas se han ofrecido a preguntar en su comunidad a ver si alguna familia puede alojar a los voluntarios, o si hay pisos de estudiantes vacíos que se puedan ceder», lo que abarataría mucho el proyecto.
A los párrocos de templos con un patrimonio rico, Isabel les pide «que entiendan el valor pastoral que eso tiene. Una iglesia así no se puede tener como si tal cosas, sin aprovechar para lo que fue dotada de ese patrimonio. Los sacerdotes tienen ahí un elemento de evangelización muy potente, y no tienen sólo la posibilidad, sino el deber, de aprovecharlo». ¿Se lo está pensando? «Hasta la semana después de Semana Santa están a tiempo para ofrecerse para este verano».
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