(OMP/InfoCatólica) Monseñor Carlos Osoro, arzobispo de Madrid, abrió el XII Encuentro Misionero de Jóvenes en Madrid. Inició su dialogo animando a las juventudes que participaron a dar a conocer lo que verdaderamente sostiene la misión. «Si volvemos la mirada a Jesucristo habrá transformación misionera y así iremos en busca del hermano», dijo. Además interpeló a cada uno de los asistentes con preguntas directas: «pregúntate, ¿Señor que mandáis hacer de mi?, ¿dónde está tu hermano?»
Monseñor Osoro dejó claro que sólo teniendo como referencia la persona de Jesucristo podemos acoger al hermano, porque Jesús ama al hombre. El arzobispo continuó hablando del ser misionero como vocación de todo discípulo y como idea que recoge dos palabras fundamentales: comunión y misión. «Que con estas palabras descubramos lo que Dios ha hecho, sus discípulos hicieron y nosotros tenemos que hacer. Una transformación misionera requiere comunión y misión» concluyó
«Ir a la misión supone ir lleno de Dios, vacío de uno mismo y la espontaneidad de dar la vida.el amor no se retiene; se da», explicó al final, ante las preguntas de los asistentes.
La jornada continuó con la intervención de Javier Alonso, sacerdote, junto con su compañero cámara Pepe Cabanach, que se encargan de elaborar cada año el vídeo del Domund, y así han recorrido medio mundo conociendo la realidad misionera de la Iglesia. Entre sus aventuras que compartieron con mucho humor, hablaron del perfil de los misioneros y de los problemas políticos y sanitarios que a veces se da cuando la Iglesia llega a un lugar con una cultura tan diferente. Finalmente hubo un turno de preguntas donde Alonso definió al misionero entre otras cosas como «un hombre que se ha desarraigado para darse al hermano».
Por la tarde, los jóvenes fueron a hacer experiencia al Cottolengo del Padre Alegre, situado a las afueras de Madrid. Fue una vivencia impresionante con mujeres con una enfermedad incurable y que no tienen a nadie para cuidarlas. No se trató de una visita turística sino que la misma comunidad abrió sus puertas para contar e intercambiar impresiones. Algunos de los jóvenes pudieron dar de comer a algunas enfermas.
Participación de la hermana Paciencia
El domingo por la mañana intervino la hermana Paciencia Melgar, misionera de la Concepción. Nació en Guinea Ecuatorial, en una familia sencilla de once hermanos, que le transmitió la fe. Estudió enfermería y se consagró a Dios como hermana misionera. Después de una vida entregada en varias misiones, llegó en 2003 a Liberia al Hospital San José de los Hermanos Hospitalarios de San Juan de Dios. Estuvo al lado del hermano Miguel Pajares y otros que estaban allí cuando surgió en 2014 la crisis del virus del ébola.
La hermana Paciencia agradeció a los jóvenes su inquietud misionera. «Vosotros dais la respuesta a ese ¿Dónde está tu hermano?»Contó todo lo que vivió en el horror de la epidemia del ébola. Cuando empezaron a morir sus compañeros de alrededor uno detrás de otro, ella se decía: ¿quién será el siguiente? Pero aún así había en mí una fuerza que me hacía pensar en los demás y rezar el rosario todos los días» aclaró con contundencia. Aunque no quería dejar la misión de Liberia, se dio cuenta de que iba a contribuir más si volvía a España para hacer transfusiones de sangre. «Estoy muy contenta de ayudar a otras personas y es lo que estamos llamados todos, porque somos hermanos, no importa el color o la raza. Cuando tu hermano grita, ve a ayudarle, Dios nos pide que amemos a nuestro hermano».
Concluyó su intervención «os pido que seáis bendición para todos los que os rodean». Cuando terminó hubo un aplauso conmovedor de dos minutos y los jóvenes se pusieron en pie para agradecer su testimonio de vida.
A continuación, Jose María Gil Tamayo, secretario General de la Conferencia Episcopal, presentó a Raúl Tinajero director del departamento de Pastoral Juvenil que intervino para hablar del Encuentro Europeo de Jóvenes que se dará del 2 al 8 de agosto en la ciudad de la santa abulense Teresa de Jesús. Será una ocasión para conocer a la Santa y compartir momentos de oración y de actividades.
El Encuentro terminó con dos testimonios de dos jóvenes. Mª Jesús Romero, de Ciudad Real, estuvo en Guatemala y en Centro América varios veranos. "La misión cambió mi vida". dijo. Por eso, lo que experimentó allí lo vive aquí en el día a día, lo ha interiorizado y lo ha trasladado a su vida de Madrid. "No es trabajo de un mes de verano, lo mantengo todo el año" concluyó. Miguel Ángel Díez Tascón, leonés, estuvo en Chad y Burundi con los misioneros javerianos. Estaba alejado de la fe en sus años universitarios y un día le pidieron echar una mano a una chica con muchos problemas "fue la Iglesia quien llamó a mi puerta" añade él. A partir de esa experiencia conoció a los misioneros javerianos y su amor por la misión.
El final del Encuentro Misionero de Jóvenes supone un principio para las experiencias misioneras de verano. Para animar a estos jóvenes y a otros con inquietudes misioneras, OMP edita anualmente la Guía Compartir la Misión, un documento que recoge todas las ofertas de las instituciones de toda España para hacer experiencias Misioneras de Verano. De esta forma, si algún joven hacer un #VeranoMisión, se puede informar de todas las iniciativas que se ofrecen, de diferentes carismas y familias misioneras.