(AICA) Con esta medida la Santa Sede dictaminó la validez sin ninguna corrección o pedido de ampliación de la documentación enviada por el arzobispado de Buenos Aires en septiembre de 2013, luego del cierre de los estudios.
Los más de 13.000 folios de documentación enviados a Roma fueron llevados por Fernán de Elizalde, vicepostulador de la causa de canonización. El dirigente de ACDE explicó que esto «significa que el Vaticano ha aprobado todo lo realizado durante los 16 años de instrucción de la fase diocesana y que se puede seguir adelante» con los estudios para declarar venerable y, posteriormente, beato al empresario argentino.
Con este paso, la postuladora Silvia Correale podrá pedir el nombramiento de un relator para la redacción de la Positio, es decir, la nueva biografía sobre la vida, las virtudes, la fama de santidad y los signos que dejó en este mundo Enrique Shaw.
La Positio se realiza para ser presentada a una comisión de teólogos consultores y, si es aprobada, se remite al Papa, que finalmente debe emitir el decreto de heroicidad de virtudes. Desde entonces será considerado venerable.
Vida ejemplar
Enrique Shaw promovió e impulsó el crecimiento humano de sus trabajadores inspirándose en la Doctrina Social de la Iglesia, como parte de su apostolado empresarial. Su pensamiento humanista cristiano, con un profundo sentido social aplicado a la conducta de los empresarios, ha sido un verdadero anticipo de los principios desarrollados más tarde en el Concilio Vaticano II.
Una vez que la causa llegue al Vaticano, se iniciará un proceso largo a fin de reconocer primero las virtudes heroicas del postulante, en este caso Shaw, y después dos milagros obrados por su intercesión, el primero para que sea considerado beato, y el segundo para ser incluido en el catálogo oficial de los santos.
Enrique Shaw, hijo de los argentinos Sara Tornquist y Alejandro Shaw, nació en París el 26 de febrero de 1921 y regresó al país con su familia cuando tenía 2 años.
Tras formarse en el colegio porteño De La Salle, se enroló en la Marina, donde llegó a ser teniente de fragata, para luego pedir la baja y dedicarse a la vida empresaria en la cristalería Rigolleau.
El 23 de octubre de 1943 se casó con Cecilia Bunge, con quien tuvo 9 hijos. Siendo militante de la Acción Católica fue detenido durante el gobierno de Juan Domingo Perón. A lo largo de su vida compatibilizó la actividad empresarial con la piedad religiosa, al punto de aplicar la doctrina social de la Iglesia al mundo de los negocios y fundar en 1952 ACDE, organización de la que fue su primer presidente.
En 1957 se le descubrió un cáncer y debió someterse a un tratamiento que implicó operaciones y transfusiones. Asombraba a los médicos la cantidad de donantes que se agolpaban para dar sangre, en su mayoría trabajadores de la fábrica Rigolleau. Murió el 27 de agosto de 1962, a los 41 años.