(Los Tiempos/InfoCatólica) «Permítanme unas palabras sobre los días de Carnaval que estamos viviendo, seguramente son días de fiesta, de alegría, de encuentro entre hermanos, como tales son buenos, porque nos permiten crecer en la fraternidad, pero en estos días no podemos ocultar y lamentar los excesos de la bebida y de la inmoralidad, tampoco podemos aceptar que el remedio sea sólo, disculpen la expresión, el repartir condones, aceptando como incontrolable el primado del instinto humano, esto creo es un insulto a nuestra dignidad humana, a nuestra inteligencia y conciencia», manifestó.
Si bien existen otros caminos para evitar hechos inmorales y de violencia en la sociedad en la época de Carnaval, son más «difíciles», pero más «dignos y respetuosos de la persona», por ejemplo «el camino de la educación sobre el valor de la sexualidad».
Respeto a la mujer
«El respeto y la valoración de la otra persona, de manera especial de la mujer, la concientización sobre los daños que provocan los excesos de la bebida, la aplicación seria y eficaz de los controles establecidos por las leyes y por las normas. Estos son caminos que darán frutos, aunque son más difíciles», sostuvo.
En días pasados, el Ministerio de Salud anunció la distribución, por la fiesta de Carnaval, de 2 millones de condones a fin de evitar embarazos no deseados y la transmisión de enfermedades sexuales.
Leprosos modernos
Por otra parte, Mons. Scarpellini dijo que actualmente la sociedad ha creado «leprosos modernos», parecidos a los existentes en la época de Jesús, y que eran excluidos y desterrados a cuevas para evitar contagios.
«Nosotros somos tan habilidosos de manera negativa que hemos venido creando nuevos leprosos...probamos rechazo hacia personas adictas al alcohol, a la droga o enfermos de VIH, nos dan miedo, sentimos que es mejor apartarlos de la sociedad, no exponerlos a la vista de todos, recluirlas en centros», señaló al agregar que entre estas lepras también están la discriminación, los abortos clandestinos y la violencia.