(Asia News/InfoCatólica) «Hemos pedido la construcción de nuevas iglesias desde tiempos de Mubarak, pero no recibimos respuestar». Por las condiciones exigidas (suficiente número de fieles, lejos de cualquier mezquita, construcción más baja y estrecha;...) Mubarak dejó que las solicitudes se acumularan. «Ahora el gobierno ha decidido acelerar los permisos para estas viejas solicitudes - dice el p. Greiche - y ha dado el permiso para construir una iglesia en la Nueva Cairo y dos en el Alto Egipto. Estas peticiones habían sido presentadas hace ya 8-10 años. Hemos venido presentando solicitudes desde hace 15 años y somos ahora atendidos».
La señal más importante de una amplia libertad de culto ha sido la decisión de la presidencia de elaborar una nueva ley para la construcción de iglesias y edificios sagrados.
La presidencia ha pedido a los representantes cristianos de la Iglesia copta ortodoxa, la Iglesia católica, y las comunidades eclesiales protestantes, su colaboración para elaborar un proyecto de ley más moderna.
«El proyecto está casi listo» afirma el p. Greiche. «En la nueva Constitución hay un párrafo que exige del nuevo parlamento - constituido después de las elecciones de marzo - hacer una ley en un año. Significa que para marzo 2016 tendremos una ley sobre nuevas construcciones de iglesias sin los impedimentos actuales».
Ley para las familias cristianas
Otra señal positiva es el proyecto de ley sobre familia cristiana. «Antes y ahora también para los cristianos regía la sharia musulmana. Ahora se quiere dar más valor al matrimonio cristiano y reconocerlo desde el punto de vista civil».
Todas estas señales muestran que el Egipto de al-Sisi se está moviendo hacia una sociedad más moderna y liberal. En días pasados, en la comunidad internacional ha sido crítica contra en gobierno del Cairo por haber reprimido algunas manifestaciones en ocasión del cuarto aniversario de la caída de Mubarak. En los enfrentamientos han muerto 15 personas, entre ellos algunos policías. El gobierno acusó a los islamitas de utilizar estas ocasiones para minar la seguridad del Estado, pero diversas voces acusan a al-Sisi de restringir la libertad de expresión.
«Los occidentales no entienden la situación - dice el p. Greiche -. En Egipto hay libertad de expresión: talk show televisivos, los periódicos critican largamente al gobierno y ninguno ha sido censurado. El problema son las manifestaciones en las cuales se hacen presentes activistas que atentan contra la seguridad de la sociedad y mandan al arroyo la economía».