(Fides) La reunión, organizada por el patriarca maronita Bechara Boutros Rai – que acaba de salir del hospital después de someterse a una cirugía en la cabeza – ha contado con la presencia de todos los demás obispos que llevan el título patriarcal de Antioquía: el patriarca greco-ortodoxo Yohanna X, el Patriarca greco-melquita Gregorio III, el patriarca sirio-ortodoxo Aphrem II y el sirio-católico Youssef III.
En la reunión - a la que además han asistido el obispo armenio católico de Damasco Joseph Arnaouti y el arzobispo Gabriele Caccia, nuncio apostólico en Líbano – ha surgido el juicio común y la preocupación pastoral común que une a los jefes de las iglesias de Oriente ante las emergencias que afectan a los pueblos de la zona y, en algunos casos, amenazan la supervivencia misma de las iglesias.
«En Líbano - informa a la Agencia Fides el P. Paul Karam, Presidente de Caritas Líbano, que ha asistido a la reunión - el empobrecimiento general, la parálisis política y el creciente peligro de una ofensiva de las milicias yihadistas también están desestabilizando la sociedad y empujan a los jóvenes a huir, especialmente a los cristianos jóvenes, que van al extranjero en busca de trabajo. Los esfuerzos de las iglesias y las instituciones eclesiales, aunque se han duplicado, no pueden compensar la falta de acción de las instituciones civiles. Y además se ha registrado un descenso en la ayuda internacional a favor de los refugiados, mientras que las emergencias humanitarias y el número de refugiados siguen aumentando».
En el documento de resumen, publicado al final de la reunión, los patriarcas y jefes de las Iglesias cristianas insisten en la necesidad de poner fin a los conflictos con «medios pacíficos» y «a través de negociaciones políticas» que cuenten con la participación de todos los partidos contendientes. Entre otras cosas, el texto reafirma el apoyo y la solidaridad con las fuerzas armadas del Líbano, que desde el pasado viernes, 23 de enero, en la zona de Ras Baalbek, están trabajando en operaciones contra las milicias yihadistas de Siria, «para desmantelar un plan subversivo de enorme gravedad, con la ayuda de Dios».