(Venezuela al Día/InfoCatólica) Desde el Arzobispado de Cumaná, en el estado Sucre, Mons. Padrón aboga y reza por la reconciliación y les pide a los venezolanos que no se acostumbren «a sufrir, a los maltratos y a hacer colas».
«No hay ninguna razón para que la CEV represente a la burguesía. En todo caso, la burguesía venezolana hoy es la burguesía del Gobierno, no hay otra. El Gobierno les ha quitado los medios de producción a los privados, de manera que quien tiene el control absoluto, que es lo que al fin y al cabo constituye una característica social de la burguesía, es el mismo Gobierno. Quienes hoy están en el Ejecutivo son los que están identificados con esa élite», señaló al ser consultado sobre las críticas que han recibido por parte de voceros del Gobierno.
Derecho a criticar
«Nosotros, como venezolanos y ciudadanos, tenemos la obligación de participar en la dinámica social, por eso tenemos la capacidad y el derecho de criticar al Gobierno o a cualquier otra institución, como también nosotros somos objeto de críticas. Lo peor que puede sucederles a los venezolanos y a las instituciones del Estado es la pérdida del espíritu de crítica. El peligro está es en que nuestro pueblo se acostumbre, se acostumbre a sufrir, a que lo maltraten, a hacer colas y sobrellevar realidades que van en contra de su dignidad. El pueblo no tiene por qué hacer cola para conseguir la comida. El pueblo pasa penurias por la escasez y el fracaso del modelo socialista marxista», agregó.
A pesar del fracaso del diálogo entre el Gobierno y la oposición en 2014, Mons. Padrón reitera la necesidad de retomarlo para buscar una salida a las dificultades «económicas, políticas, sociales y morales» que existen en el país.
«El diálogo no es facultativo, es imperativo. No hay otra manera para encontrar la solución que amerita el país. El Gobierno solo no puede resolver la gran crisis por la que atraviesa el país, necesita acudir a la empresa privada e instituciones. Una sola parte no puede resolver los problemas y la gran crisis en todos las áreas: económica, política, social y moral. No es una elección. Por necesidad y responsabilidad moral deben buscar el diálogo con los que lo adversan para encontrar puntos de coincidencia en favor de la solución de los problemas del país (…) El diálogo tiene que ser de altura, donde no exista una simple conversación, ni tampoco mostrarse en televisión», afirmó.