(C. Ep. de Francia/JM Iraburu/InfoCatólica) La Nota de prensa de la Conferencia Episcopal dice así.
«Antes de ser proclamada “venerable”, la vida de Marthe Robin fue objeto de una investigación iniciada en el 1986. La Causa de beatificación dió lugar a más de 17.000 páginas con numerosos testimonios e informes, y fue examinada por una comisión de teólogos y cardenales en Roma. Esta comisión se pronunció por un reconocimiento de las virtudes heroicas de Marthe Robin.
Virtudes heroicas
«La “heroicidad de las virtudes” señala el estado de una persona que se entregó totalmente a Dios y a los demás sin nada de egoísmo, frente a las situaciones difíciles de la vida, con una fuerza que no es simplemente humana. Así, la vida de Marthe Robin está propuesta de ahora en adelante, como ejemplo a los cristianos, aunque no pueda ser todavía objeto de culto.
«El Postulador de la Causa de Beatificación, el P. Peyrous, presentará pronto en Roma los detalles de un milagro obtenido por intercesión de Marthe Robin. Si la comisión encargada de estudiarlo reconoce la validez de este milagro, el Papa podrá entonces declararla “Beata”.
Una vida oculta y extraordinaria
«En el año 1920, nació Marthe, en Chateauneuf-de-Galaure (Francia), pueblecito al sur de Lyon, en una familia de campesinos modestos. A los 16 años se ve afectada por una enfermedad paralizante y progresiva. Desde los 18 años hasta su muerte en 1981, ha de permanecer en cama en su cuarto. Pero en medio de sus sufrimientos, experimenta el amor y la bondad de Dios con beneficios de gracias místicas muy notables. La irradiación de su vida atrae a ella más de 100.000 visitantes de todas clases, también autoridades de la Iglesia y de los medios intelectuales. Ella escucha, aconseja, conforta y reza por ellos.
«A los 31 años, Cristo le mueve a crear una obra nueva, “los Foyers de Charité”, que participaron en la renovación de la Iglesia en el espíritu del Concilio futuro, el Vaticano II. Comenzó la obra en 1936 con la ayuda de un sacerdote, el P. Georges Finet.
Hoy, 76 Foyers dispersos en 40 países, reúnen solteros, matrimonios y sacerdotes, que viven en comunidad. Su misión principal es la oración y la celebración de retiros espirituales. Igualmente, Marthe Robin ayudó la fundación de numerosas comunidades y movimientos de gran importancia hoy para la Iglesia en Francia.
«Cada año, varios decenas de miles de personas llegan visitar el cuarto donde Marthe vivió en Chateauneuf-de-Galaure. En el mundo son numerosos los que hallan en su vida un modelo de fe y esperanza». (Hasta aquí la Nota).
Camino de la Beatificación
Marthe Robin ha sido una de las más grandes figuras de la Iglesia en Francia en el siglo XX. Sobre ella se han escrito varias biografías muy valiosas, entre las que destacan las de Jean Guitton, Jean-Jacques Antier y Raymond Peyret. La de este último tiene un título muy significativo: Prends ma vie, Seigneur. La longue messe de Marthe Robin.
También se le han dedicado en los últimos años muchos artículos en revistas y prensa. En un artículo reciente de Jean-Marie Guénois (Le Figaro, 9/XI/2014), Marthe Robin, en camino hacia la beatificación, se informa de que ya el Procurador del la Causa ha presentado en Roma un posible milagro obrado por su mediación.
Su alimento único era la Eucaristía
Marthe oía y hablaba, y por eso pudo recibir tantos visitantes en su habitación casi a oscuras, a causa de la dolencia de sus ojos, que la reducía a una casi ceguera. En el citado artículo de Guénois se informa de que «Marthe Robin, paralizada, "no podía alimentarse", y vivía, como lo afirma hoy la Iglesia, "sólo de la comunión eucarística" [...] Además, ella “vivía de nuevo cada viernes la pasión de Cristo”, “con aparición de estigmas”. Lo afirma hoy la Iglesia, lo que es muy raramente reconocido oficialmente, como lo fue en grandes santos de la altura de Francisco de Asís, Catalina de Siena o del Padre Pío».