(Efe) «El 9 de noviembre de 1989 caía el muro de Berlín, que por tanto tiempo partió en dos la ciudad y que fue el símbolo de la división ideológica de Europa y del mundo», recordó el papa tras el rezo del Ángelus dominical.
El Santo Padre abogó por una «cultura del encuentro» capaz a su juicio de «hacer caer todos los muros que aún dividen el mundo» y que impida que «personas inocentes sean perseguidas e incluso asesinadas a causa de su fe».
Papel de San Juan Pablo II
«La caída se produjo de improviso, pero fue posible gracias al largo y extenuante compromiso de tantas personas que lucharon,rezaron y sufrieron para que ocurriera (...) Entre ellos, un papel importante tuvo el santo padre Juan Pablo II», recordó.