(Fides/InfoCatólica) Ambos, que trabajaba en una fábrica de arcilla, fueron secuestrados y mantenidos como rehenes durante dos días, a partir del 2 de noviembre, en el interior de la fábrica. Esta mañana a las 7.00 horas fueron empujados dentro de un horno donde se cuecen los ladrillos.
Según ha explicado a Fides el abogado Gill, el episodio que desencadenó la acusación de la supuesta blasfemia, está referido a la muerte reciente del padre de Shahzad. Hace dos días, Shama, al limpiar la casa del hombre, tomó algunos artículos personales, documentos y hojas que consideró inútiles, y hizo un pequeño fuego. Según un hombre musulmán que fue testigo de la escena, en ese fuego había páginas del Corán. El hombre extendió la voz en los pueblos de los alrededores y una multitud de más de 100 personas tomaron como rehenes a los dos jóvenes. Esta mañana se ha producido el trágico final. La policía, alertada por otros cristianos, intervino para denunciar el asesinato y arrestar, para una primera declaración, a 35 personas.
El abogado Gill dice a Fides: «Es una tragedia, un acto bárbaro e inhumano. El mundo entero debe condenar enérgicamente este episodio que demuestra que en Pakistán se ha incrementado la inseguridad entre los cristianos. Basta sólo una acusación para ser víctimas de ejecuciones extrajudiciales. Veremos si alguien será castigado por este asesinato»