(UESD/InfoCatólica) Este reconocimiento se llevó a cabo durante la presentación del libro «Palabra, Sacramento y Derecho», una obra cuyo editor es el profesor numerario D. Manuel Aroztegui y en la que han contribuido con diferentes artículos los catedráticos de la UESD, profesores estables del Instituto Superior de Ciencias Religiosas y coordinadores de los bienios de licenciatura de la Facultad de Teología.
Tras la presentación editorial llevada a cabo por D. Carlos Granados, Director de la Biblioteca de Autores Cristianos (BAC), el profesor Aroztegui explicó el contenido de la edición y destacó que dentro de «Palabra, Sacramento y Derecho» las contribuciones se han dividido en cuatro secciones que se corresponden con las cuatro facultades de la Universidad Eclesiástica San Dámaso: Literatura Cristiana y Clásica, Derecho Canónico, Filosofía y Teología.
Presencia de varios obispos
En el salón de actos del Seminario Conciliar de Madrid y ante un aforo encabezado por varios arzobispos y obispos, el rector de la universidad D. Javier Prades dirigió unas palabras al Gran Canciller en las que afirmó que «la comunidad académica de San Dámaso quiere expresar su reconocimiento por el impulso de gobierno pastoral que ha permitido llegar a este resultado tan prometedor para el futuro, así como de gratitud por la cercanía, la prudencia y el respeto a los profesores, los alumnos y el personal de administración y servicios».
Y añadió que «los miembros de la UESD somos conscientes del don recibido a través de la misión que se nos ha confiado a cada uno y de la responsabilidad que exige en nuestra actividad diaria, ya sea la investigación, la docencia y el aprendizaje, o los distintos servicios que presta nuestro personal».
Tras las palabras de agradecimiento del Rector, el Gran Canciller hizo un recorrido de su vida como Arzobispo en relación con el nacimiento de la UESD. Recordó el momento en el que se vio que «había que llevar a San Dámaso por el camino universitario, de una manera clara y con una idea de universidad inspirada -en su nacimiento y en su desarrollo- como un lugar de estudio, de docencia e investigación al servicio de la fe», señaló. Y explicó los orígenes del vínculo entre la universidad como institución y la Iglesia católica, ya que «la universidad nace en tiempos de cristiandad, no nace en otros tiempos» y puso los ejemplos históricos de Bolonia, Salamanca o París.