(EP/InfoCatólica) En un discurso pronunciado este martes en Nueva York durante la Cumbre del Clima con motivo de la 69ª Asamblea General de Naciones Unidas, el cardenal Parolin ha evidenciado que «el desafío más grande» reside en la esfera de los «valores humanos y la dignidad humana» y ha pedido a la comunidad internacional un «imperativo ético de acción», inspirado en los principios de «la solidaridad y la promoción de la bien común».
Durante la Asamblea, el prelado italiano ha constatado que en la metodología para contrarrestar los efectos del cambio climático «han prevalecido los intereses particulares, por encima del bien común» y ha llamado a dar «una respuesta colectiva».
El calentamiento global afecta a todos
«No hay fronteras, barreras, muros políticos donde poder esconder para proteger al otro de los efectos del calentamiento global», ha comentado. Por ello, ha exclamado que no hay espacio para «la globalización de la indiferencia, la economía de la exclusión o la cultura del descarte», denunciada tantas veces por el Papa Francisco, y ha apelado a «la responsabilidad común de proteger el clima mundial».
En este sentido, Parolin ha llamado la atención a la ONU sobre la necesidad de actuar con un plan común ante dos objetivos vinculados entre sí: «luchar contra la pobreza y mitigar los efectos del cambio climático».
Parolin ha exclamado que solo con «las fuerzas del mercado», especialmente si están privadas de una «adecuada orientación ética» no se pueden resolver las crisis del calentamiento global, la pobreza y la exclusión. De este modo, ha puesto de manifiesto que es necesario un cambio de dirección cultural «sobre todo en los jóvenes» para que asuman «el sentido de responsabilidad» hacia el medio ambiente y un «desarrollo humano integral para todos los pueblos presentes y futuros».
La Ciudad del Vaticano contamina menos
El secretario de Estado del Vaticano ha explicado ante la Asamblea General de las Naciones Unidas que el Estado de la Ciudad del Vaticano está reduciendo dentro de sus límites el uso de «combustibles fósiles, logrando proyectos de diversificación y de eficiencia energética».
Así, ha difundido que para la Santa Sede es importante una «educación hacia la responsabilidad ambiental» que busque «tutelar las condiciones morales para una auténtica ecología humana». También ha señalado que al abordar el problema del calentamiento global se debe «intensificar el compromiso de todos hacia una profunda renovación».