(Humanizar/InfoCatólica) En este mes de septiembre, la Unidad Móvil de Intervención en Duelo y Crisis (UMI) y el Centro de Escucha de San Camilo han recibido diversas demandas para que la UMI se desplace para atender a personas con situaciones de pérdidas diversas, en varias de las cuales había ideación suicida o había habido tentativas de ello. Estas demandas proceden de Segovia, Móstoles, Campo Real, Colmenar de Oreja, Arganda del Rey, Toledo y Don Benito.
Formación en Duelo
Los voluntarios de la UMI están específicamente formados como terapeutas para acompañar procesos de duelo, sobre todo duelo complicado. La mayoría, además de su formación en terapia, han cursado el Master en Duelo que imparte el Centro de Humanización de la Salud, único que se hace en España con una alta carga práctica impartido por profesionales con amplia experiencia en acompañamiento a personas en duelo.
Acompañar procesos en duelo es un medio también para abordar otras dificultades emocionales y psicológicas que vivimos las personas sanas. El Centro de Escucha San Camilo atiende cada año a 600 personas de forma gratuita, la mayoría de ellas porque solicitan apoyo y acompañamiento para la elaboración de un duelo. El año pasado desde este Centro se apoyó a 40 personas que solicitaron nuestra ayuda por la pérdida de un ser querido por suicidio.
El suicidio es un duelo difícil de aceptar para las familias porque se suman sentimientos de rabia, culpa y de negación. El Centro de Escucha San Camilo ofrece un programa de atención al superviviente, para hacer un acompañamiento a las personas en este duelo. Los familiares tienen el reto de sobrevivir y hacer un duelo sin comprender por qué les ha abandonado la persona amada.
Los suicidios son la segunda causa de muerte entre la población de 25 a 34 años
El pasado 10 de septiembre, Día Mundial de Prevención del suicidio, miembros del Plan de Prevención del Suicidio del Centro de Psicoterapia del Hospital Sant Pau de Barcelona afirmaban que los suicidios son ya la segunda causa de muerte entre la población de 25 a 34 años.
Santiago Durán-Sindreu, médico psiquiatra de este hospital, ha cifrado en unas 3.500 las personas que cada año se suicidan en España, remarcando que por cada suicidio consumado hay entre 10 y 20 tentativas, lo que supone que al menos 35.000 personas lo intentan.
Ha explicado que mientras la tasa más alta de suicidios se da en hombres de más de 60 años, con depresión mayor y que están en situación de desamparo por vivir solos o estar viudos, las tentativas se dan en mujeres de mediana edad, de 35 a 55 años.
Para este psiquiatra, «hay que romper mitos y hablar abiertamente del suicidio porque hacerlo no induce a ello», y tomar en consideración a las personas que dicen que quieren hacerlo, «porque en nueve de cada diez personas que consuman un suicidio se había detectado un cambio de conducta o habían aludido a su muerte».
Según el doctor Durán-Sindreu, no hay que olvidar que en el 90 % de los casos de suicidio la persona padece un trastorno mental como un trastorno límite de personalidad, un trastorno bipolar, alcoholemia u otra adicción, y pocas veces el suicidio es impulsivo, remarcando que «estas muertes no dejan de ser un problema de salud pública que hay que prevenir y contra el que hay que luchar».
Una de las dimensiones fundamentales de la intervención en casos de suicidios es la prevención en estrecha colaboración con los servicios de urgencia, para que haya una rápida respuesta, y una gestión del caso con un seguimiento posterior a la intervención a cargo de un equipo multidisciplinar.