(RTVE/InfoCatólica) Según el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, hay diez países dispuestos a intervenir de alguna forma: Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia, Dinamarca, Turquía, Polonia, Canadá y Australia.
«El EI representa una amenaza significativa para los países miembros de la OTAN», ha afirmado Obama en una conferencia de prensa al término de la cumbre. Y ha dicho que la comunidad internacional es unánime en reconocer la necesidad de actuar contra el Estado Islámico y ha señalado que hay que hacerlo «hasta degradarla y en último lugar destruirla como hicimos con Al Qaeda».
La línea roja, no enviar tropas al terreno
El presidente norteamericano se ha expresado en términos muy duros contra un grupo terrorista que ha tachado de «salvaje». «No se puede contener a una organización que está extendida por un territorio tan amplio, que está matando tantos inocentes y esclavizando a tantas mujeres... El objetivo tiene que ser desmantelarlos», ha subrayado.
«Necesitamos atacarles en varias formas, para evitar que sigan tomando territorios y para reforzar a las fuerzas de seguridad iraquíes y otras en la región que están preparados para encargarse de ellos», ha afirmado Kerry, que ha añadido que «obviamente hay una línea roja para todos: no enviar tropas al terreno».
EE.UU. decidió a finales de agosto bombardeos selectivos sobre posiciones de esa organización terrorista en Irak, y desde entonces Washington ha realizado más de cien ataques.
Obama ha dicho que el EI «tiene capacidad significativa», mientras que las fuerzas de seguridad iraquíes han sido menos efectivas de lo esperado. Por ello, ha pedido a las países regionales suníes que se impliquen en esta lucha.
El presidente norteamericano también ha dejado claro que la participación de la OTAN en ese objetivo va a quedar limitada a sus contribuciones en favor de la construcción de capacidades defensivas de las fuerzas armadas iraquíes.
La OTAN, «preparada para asistir a Irak»
La OTAN «está preparada para asistir a Irak, si el país así lo pide», ha señalado por su parte en otra conferencia de prensa el secretario general de la alianza, Anders Fogh Rasmussen.
«Aquí vemos dos vías de trabajo, una es la que ya han emprendido varios aliados que individualmente han decidido tomar las medidas necesarias para ayudar a Irak a parar el avance de la organización terrorista EI», ha mencionado. La otra vía decidida por la OTAN es que, «si recibimos la petición del Gobierno iraquí, estamos preparados para considerar la posibilidad de que haya una misión que ayude al país en sus capacidades defensivas», ha explicado, en referencia a la posibilidad de coordinar puentes aéreos.
Hasta 2011 los aliados mantuvieron una misión de entrenamiento de las fuerzas de seguridad en ese país similar a la que podrían establecer ahora si las autoridades de Bagdad así lo solicitaran.
En la cumbre, «la más importante de los últimos años», según Rasmussen también se ha aprobado de una fuerza de acción inmediata capaz de responder a cualquier amenaza exterior a corto plazo, de dos a cinco días. Y se ha dado un espaldarazo decisivo a los aliados del este ante el clima de tensión e inseguridad provocado por la guerra en el este de Ucrania.