(Aica/InfoCatólica) El prelado resaltó además que la oración debe tener como característica propia la confianza y fe en Dios y que en el caso de las oraciones de carácter oficial o litúrgico, se necesita contar con la respectiva aprobación.
A juicio del obispo «el Padre nuestro no se debe trastocar, ni cambiar, ni parafrasear en su contenido, pues fue inventada por el mismo Dios que se hizo hombre: Jesucristo». Por ello dijo monseñor Moronta «siempre me surge la pregunta: ¿cómo vas a corregir tú a Dios?», refiriéndose a las modificaciones litúrgicas o de oraciones que se efectúan en diversos ambientes.
Finalmente indicó que «aunque se tenga cariño por los difuntos, no se debe trastocar el verdadero sentido de la fe en Dios y en la vida eterna», pues la oración litúrgica tiene un origen bíblico irrenunciable.
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