(ACI/InfoCatólica) «Se libere a las aldeas y lugares ocupados, tan pronto como sea posible y de una manera estable. ¡No debemos dejar morir la esperanza de las poblaciones!», expresa el comunicado emitido luego del encuentro con las autoridades del Kurdistán iraquí y visitar a los refugiados, entre ellos los cristianos y yazidíes, en las provincias de Duhok y Erbil.
En el texto, ambas autoridades eclesiales recordaron que son miles las personas que han «abandonado sus aldeas, sus casas y propiedades, especialmente en Mosul, en la llanura de Nínive y en Sinjar».
El comunicado, dirigido «en particular a los países y las organizaciones internacionales que tienen una mayor responsabilidad moral», indica que los refugiados necesitan «agua, alimentos, medicinas, servicios sanitarios, etc,».
Tanto el Cardenal Filoni como Mons. Sako solicitaron proporcionar «una protección internacional a estos pueblos para alentar a las familias a regresar a sus hogares y continuar su vida normal en seguridad y en paz. Muchas veces la gente nos ha gritado: ¡ayúdennos a volver a vivir!»
Por otra parte, se informó que fuerzas conjuntas del ejército iraquí y kurdo –apoyadas con ataques aéreos de Estados Unidos-, retomaron el control de la represa de Mosul luego de duros combates con los yihadistas del Estado Islámico. Oficiales iraquíes indicaron que ahora buscarán liberar la ciudad de Tikrit, al norte de Bagdad.
Asimismo, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), anunció para este miércoles el lanzamiento de «una de sus principales operaciones de apoyo para ayudar a casi medio millón de personas» que huyeron de las ciudades tomadas por el Estado Islámico.