(AIN/InfoCatólica) Heereman viajó a Irak por invitación del Patriarca de Babilonia, Louis Sako, a fin de formarse una idea sobre la situación y las necesidades de los más de 100.000 cristianos desplazados, que han encontrado refugio en Ankawa, el barrio cristiano de Erbil, así como en los pueblos al norte de Duhok y Zakho.
«La situación es dramática. Hemos visitado a refugiados y nos hemos entrevistado con obispos, sacerdotes, religiosas y voluntarios que trabajan día y noche para prestar una ayuda elemental, y las temperaturas ascienden a 44 grados. Las personas precisan un techo y atención médica. Todavía hay mucho por hacer», comenta Heereman.
Pero, junto a la necesaria ayuda humanitaria, habría que preguntarse cómo se puede ayudar a los cristianos y a las otras minorías de Irak, para que no se repita este drama: «Muchos han recorrido ya un largo camino de persecución y de sufrimiento. Están abatidos y solo quieren irse. Ruegan ayuda para conseguir un visado para otro país; pero también hay otros muchos que quieren volver a sus casas, que en muchos casos han sido saqueadas por sus vecinos: allí donde han vivido desde hace generaciones, donde están su historia y sus raíces. Abandonaron todo cuando huyeron, y con todo quieren volver», dice Heereman.
«Todavía hay esperanza para los cristianos en Irak, pero solo si actuamos inmediatamente»: este es el mensaje del Patriarca Louis Sako al Presidente de Ayuda a la Iglesia Necesitada. La organización humanitaria apela por ello al mundo occidental para que asuma responsabilidad moral, a fin de ayudar a los cristianos y a otras minorías religiosas que quieren quedarse en el país mediante protección y seguridad.
«Esto no puede seguir siendo una preocupación únicamente de la Iglesia en Irak. No podemos ser testigos mudos de una destrucción que está adquiriendo las dimensiones de una catástrofe de la civilización. Bien se puede hablar de la amenaza de un genocidio. La Iglesia puede aliviar el dolor y la necesidad, pero la cuestión de la seguridad y de la defensa, así como el derecho a la vida y a la libertad religiosa, es cuestión de la política», subraya Heereman.
Ayuda a la Iglesia Necesitada ha lanzado una segunda campaña de emergencia de 100.000 euros para los cristianos iraquíes, en particular a los desplazados que huyen ante el grupo terrorista islamista IS (Estado Islámico). La primera ayuda de emergencia por el mismo importe se produjo el pasado mes de julio.