(El Comercio/InfoCatólica) El Arzobispado de Oviedo tiene previsto informar hoy del resultado de la operación, una vez ésta se produzca y los médicos hagan la valoración pertinente. En todo caso la dolencia «no es nada grave», matizaban los colaboradores de Sanz Montes.
Monseñor Sanz Montes tiene cumplidos los 59 años y no se le conocen dolencias anteriores, si bien a finales de junio tenía previsto liderar una expedición a Polonia, pero finalmente se excusó alegando problemas de salud localizados, precisamente, en el riñón. Amigo del deporte, gusta de las caminatas por la montaña en compañía de los jóvenes. Hace unos días lo recordaba el propio arzobispo, divulgando en una red social fotografías de la misa que el año pasado en estas fechas ofició en el Picu Urriellu, ante la Virgen de las Nieves, secundado por una treintena de entusiastas.
Del resultado de la operación dependerá el tiempo que precise para retomar sus actividades con normalidad. En su agenda está marcada, como próxima cita, la que le espera el día 30, con la novena de la Santina. Hasta la fecha el arzobispo ha asistido a todas las celebraciones del Santuario de Covadonga, desde su designación como cabeza de la Iglesia asturiana, en noviembre de 2009.
Madrileño de vocación tardía y que llegó a trabajar como empleado de banca tras realizar el servicios militar, Sanz Montes ingresó ayer por la tarde para someterse al preoperatorio. Si sigue los pasos del arzobispo emérito de Oviedo, la intervención tendrá lugar en el Centro Médico de Asturias. Allí fue tratado Gabino Díaz Merchán, en septiembre de 2010, por una dolencia intestinal.
En aquella ocasión el Arzobispado informó de la situación, que se produjo después de que el prelado sufriera unos fuertes dolores intestinales, lo que aconsejó su traslado al centro privado. El comunicado instaba a los feligreses a orar por la salud de Díaz Merchán, quien finalmente se repuso a plena satisfacción tras permanecer unos días atendido en la UCI.