(Fides/InfoCatólica) En la reunión, el presidente Barzani reiteró que los cristianos obligados a abandonar Mosul por la presión de las fuerzas del auto-proclamado «califato islámico» no deben pensar en alguna manera de salir del país y emigrar al extranjero, ya que la región autónoma del Kurdistán está lista para acoger y ayudar a los refugiados y para proteger «sus vidas y sus tierras» de los que son definidos como «terroristas».
En un comunicado sobre las historias de Mosul difundido el martes, 22 de julio, el patriarca Raphael I y los obispos de las iglesias cristianas del norte de Iraq había expresado su agradecimiento elocuente por el papel desempeñado por la región autónoma del Kurdistán iraquí, apreciando su disposición a «dar cabida a las familias desplazadas, a abrazarlos y ayudarlos. Nosotros – habían declarado los Jefes de las Iglesias del norte de Iraq - proponemos la creación de una comisión mixta entre el Gobierno regional y los representantes de nuestro pueblo para ayudar a las familias de los refugiados que sufren y mejorar sus condiciones».
«Los cristianos de Iraq - confirma a la Agencia Fides el sacerdote siro-católico Nizar Semaan - quieren vivir en paz con todos. Y han apreciado la condena de la expulsión de los cristianos de Mosul expresada de forma unánime por los representantes suníes, chiíes y kurdos en las distintas zonas del país».