(CNA/InfoCatólica) «Damos gracias a Dios de que no se han perdido vidas y los frailes están a salvo», dijo Asif Nazir, un profesor local, a ACI Prensa. «Sólo un párroco asistente, el P. Javed Kashif, sufrió lesiones por quemaduras en las manos al tratar de apagar el fuego».
Nazir explicó que la ausencia de víctimas fue porque «los frailes estaban en la ciudad en sus tareas misioneras, y el resto del personal está de vacaciones de verano». Agregó que se ha confirmado que el incendio fue causado por un cortocircuito eléctrico.
«Los vecinos musulmanes acudieron en busca de ayuda para la extinción del fuego, lo cual trae un rayo de esperanza para el diálogo, la armonía comunitaria, y la paz sostenible,» refljó Nazir.
Se lamentó de que «libros valiosos, carpetas de archivos de documentación, y aparatos electrónicos como los ordenadores» del convento «se convirtieron en cenizas». «La evaluación cuantificada de los perjuicios está en proceso», agregó.
Los frailes han pedido oraciones, apoyo y aliento a medida que trabajan para restaurar su casa. En el momento del incendio, el P. Qaiser Feroze estaba en una visita pastoral en el Hospital Agha Khan, mientras que el P. Javed Kashif y el P. Bernard Younas estaban en la parroquia de San Felipe.
Los franciscanos capuchinos están entre los 11 religiosos sacerdotes en la Arquidiócesis de Karachi, que sirven junto a 26 sacerdotes diocesanos. Juntos, sirven a 166.000 católicos, que constituyen poco más de uno por ciento de la población total de la zona. La arquidiócesis trabaja en obras de caridad, servicios a la juventud, educación a las mujeres, salud y desarrollo social. Cristianos y musulmanes son atendidos por 14 escuelas secundarias de la Arquidiócesis.
El 97 por ciento de la población de Pakistán son musulmanes mientras que hindúes y cristianos que constituyen entre el uno y dos por ciento de la población total.