(EFE/InfoCatólica) «La vida se comprende mirando hacia atrás, pero hay que vivirla mirando hacia delante», ha significado monseñor Barrio en una homilía pronunciada en castellano y en gallego durante la misa con motivo del primer aniversario del siniestro de Angrois que ha tenido lugar esta tarde en la catedral de Santiago de Compostela.
A esta celebración solemne, que ha estado acompañada por la música de la Capilla Musical de la catedral, han acudido cientos de personas y autoridades políticas, que han recordado a los fallecidos en Angrois el 24 de julio de 2013.
Monseñor Barrio ha saludado con afecto a los familiares de las víctimas del accidente y ha pedido para ellos la oración «con la verdad y la bondad» que merecen «quienes hace un año perdieron su vida en el accidente ferroviario». El arzobispo de Santiago ha sostenido que el dolor, que es «el grito de Dios» en los fieles, hace «grandes» a los cristianos.
Ha agregado que el estremecimiento «ante el inmenso dolor» por la tragedia puso también de relieve la «compasión» y el «heroísmo» de muchas personas cuya «cercanía» y «trabajo» fueron «signos de luz» en el «misterio del dolor y la muerte».
Monseñor Barrio ha encomendado al Señor a los fallecidos, para quienes «el tiempo de la prueba dio paso a la eternidad de la recompensa», al tiempo que ha pedido la recuperación de los heridos y el consuelo y la serenidad para las familias de las víctimas. «La verdad de la resurrección», según Barrio, permite a los cristianos no detenerse «entre lágrimas ante la muerte» al comprender que no es punto final de la existencia.
«Solo esta esperanza puede consolar la pérdida de unos seres queridos y dar sentido a sus vidas y a sus muertes, reanudar un diálogo con ellos que la muerte interrumpió», ha apostillado.En víspera de la festividad de Santiago, patrón de España, Barrio ha pedido al santo que haya acompañado a las víctimas para traspasar el «pórtico de la Gloria celestial».
Fuera de la catedral, cientos de personas han aguardado en una larga cola para acceder al templo tras el acto religioso, que ha finalizado con una canción de homenaje a cargo de Sandra Campos Otero, autora de una canción de despedida a las víctimas.