(Vatican Insider/InfoCatólica) Angelo Pelis, OMI, postulador de la causa «Borzaga-Thoj Xyooj», terminó de redactar, en abril, la redacción de la «Positio» (un volumen de alrededor de 480 páginas), que fue revisada y aprobada por el relator de la causa, Jozef Kijas. El 9 de junio, la «Positio» (el texto que recopila los testimonios y sostiene la tesis de la beatificación) fue impresa por la Congregación para las causas de los santos. Imprimieron 40 ejemplares, que, según la práctica corriente, serán estudiadas por teólogos asesores y cardenales.
«En la recopilación de los Documentos se procedió siguiendo la vía para demostrar el martirio de los dos siervos de Dios», explicó Pelis a Vatican Insider, puesto que si se reconoce el martirio se reconocería su beatificación. «Además, viendo la estatura espiritual de Borzaga, se subrayó su vocación a la santidad, como indican sus escritos».
El segundo proceso es para 15 misioneros mártires; eran 5 religiosos franceses (OMI), 5 religiosos de las Misiones Extranjeras de París (MEP) y 5 laicos de Laos. El proceso, promovido por los obispos del país, fue encomendado a la diócesis de Nantes, de la que provenía uno de los misioneros, el padre Jean-Baptiste Malo (MEP). Ahora, la «Positio» está en manos del Postulador de la causa, el padre p. Roland Jaques (OMI).
Como indicó el mismo Pelis, el Secretario de la Congregación para las causas de los santos, Marcello Bartolucci, insistió a su favor: «No les haremos esperar. Las causas relacionadas con Borzaga-Thoj Xyooj y la de los 15 mártires de Laos, querida por los obispos y presentadas juntas, tendrán un ‘trato preferencial’»
Los obispos de la Conferencia episcopal de Laos-Camboya (CELAC) se alegran y esperan poder viajar dentro de poco al Vaticano para una visita ‘ad limina’. La última se verificó en septiembre de 2007 y los pastores de Laos (en donde la Iglesia local cuenta con cuatro vicariatos apostólicos) esperan que el esperado encuentro con Papa Francisco y los dicasterios curiales se lleve a cabo a más tardar en 2015. Además, podrían obtener mayor información sobre el progreso de los procesos.
La pequeña comunidad de creyentes católicos (el 0,9% de la población) en Laos podría recibir un fuerte impulso con el reconocimiento universal de santidad para figuras como las de Borzaga y los demás mártires, explicaron los obispos.
Mario Borzaga nació en Trento, el 27 de agosto de 1932. A los once años comenzó el seminario menor, a los 20 entró en la congregación de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada y, finalmente, fue ordenado sacerdote a los 25.
El 2 de julio de 1957 fue enviado en misión a Laos con un primer grupo de misioneros italianos. Al llegar a Paksane, pequeña ciudad a orillas del río Mekong (no muy lejos de la capital, Vientiane), Borzaga se dedicó durante un año al estudio de la lengua, para entrar lo más rápido posible en contacto con la gente. En el «Diario de un hombre feliz» y en su abundante correspondencia enviada desde Laos, describe el camino de su alma y las experiencias difíciles que como misionero, que se habrían recrudecido con la guerrilla comunista que recorrió la nación.
Hacia finales de 1958, llegó a la comunidad cristiana de la pequeña localidad de Kiucatiàm (de etnia hmong). Allí, visitó a las familias, acogió y curó a los enfermos, que se iban acumulando cotidianamente a sus puertas. El 24 de abril de 1960, después de la Misa, algunos hmong renovaron la propuesta de que visitara su comunidad en Pha Xoua, a tres días de camino por las selvas montañosas del trópico: una expedición misionera de un par de semanas, que habría debido ser afrontada antes de que comenzara la época de los monzones.
El lunes 25 de abril, el padre Mario se pone en marcha, en compañía del joven catequista Paul Thoj Xyooj. Nunca habrían vuelto de aquel viaje. Las investigaciones sobre su desaparición no han dado ninguna respuesta. Los testimonios ofrecidos desde que sucedió y los que han llegado en estos últimos meses confirman lo que se había sabido desde siempre: que habían sido asesinados por los guerrilleros comunistas «Pathet Lao».
Pathet Lao todavía es la denominación oficial del estado. El gobierno de Laos, a pesar de ser de inspiración comunista, ha dado grandes pasos al reconocer la libertad religiosa en la Constitución y ratificar, en 2009, la Convención internacional de la ONU sobre los derechos civiles y políticos. Sin embargo, algunas ong como Human Rights Watch for Lao Religious Freedom» continúan señalando abusos en contra de los cristianos y violaciones frecuentes de la libertad religiosa.