(A3/InfoCatólica) El encargado de levantar la obra sería un consorcio alemán, especializado en transformar grandes espacios en templos islámicos, que son mucho más que un lugar de culto.
El proyecto que barajan para Barcelona tendrá una sala de oración con capacidad para 40.000 feligreses. Pero además, habrá tiendas y restaurantes, salas de conferencias y exposiciones, una escuela de estudios coránicos, un centro de investigación y un museo de historia islámica.
Su seña de identidad será un minarete de 300 metros de altura; medirá 200 metros más que la torre más alta de la Sagrada Familia. El objetivo es que sea un atractivo turístico más de la ciudad, de entrada gratuita.
Falta el visto bueno del Ayuntamiento
La comunidad islámica da por hecho que la familia Balañá, actual propietaria de la plaza de toros ya ha ultimado la venta.
Ahora falta el visto bueno del Ayuntamiento, que ya se ha topado con la oposición del Partido Popular de Barcelona. Entienden que sus promotores defienden principios contrarios a las normas, y han exigido transparencia en la financiación del proyecto.