(AP/InfoCatólica) La enmienda aprobada el jueves por la Asamblea General Presbiteriana requiere el voto positivo de una mayoría de los 172 presbiterios regionales, que votarán por este cambio durante el año próximo.
Sin embargo, en un cambio de política que será efectivo a finales de semana, los delegados votaron a favor de que los ministros oficien bodas entre personas del mismo sexo en los estados donde estas uniones son legales y los líderes de la congregación local lo aprueben. Diecinueve estados y el Distrito de Columbia reconocen el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Las votaciones, durante su encuentro nacional en Detroit, supusieron una amplia victoria para los presbiterianos que creen que la Biblia está equivocada en su condena moral de la práctica de relaciones sexuales entre personas del mismo sexo.
La denominación protestante, copada por el liberalismo teológico, ya eliminó en el 2011 las barreras para la ordenación de clérigos con parejas del mismo sexo, pero a los ministros aún se les impedía la celebración de los matrimonios homosexuales y corrían el riesgo de sufrir sanciones si lo hacían.
El lobby gay, contento
Alex McNeill, director ejecutivo de More Light Presbyterians, un grupo de defensa gay, dijo que las decisiones del jueves eran «una respuesta a muchas oraciones».
El reverendo Krystin Granberg de la congregación presbiteriana de Nueva York, estado que reconoce el matrimonio gay, asegura que continuamente recibe peticiones de amigos y parroquianos para que celebre sus bodas.
«Quieren casarse en el seno de la iglesia que aman y quieren que yo les case» explicó Granberg durante el debate. «Y yo quiero un alivio pastoral».
Es una abominación
Por su parte, el Lay Committee, de tendencia evangélica conservadora, ha calificado la decisión en conformidad con la enseñanza bíblica, al tildarla de abominación.