(Efe/ InfoCatólica) Monseñor Xavier Novell, obispo de Solsona, ha enviado una carta a los abogados que trabajan en el ámbito de su diócesis recordándoles que, para poder tramitar nulidades matrimoniales ante la Iglesia, tienen que ser católicos y, por tanto, deben estar bautizados. Así lo ha confirmado el obispado leridano, que ha indicado que se trata de un «simple recordatorio» que el obispo ha decidido hacer a los letrados después de que él mismo se haya puesto al frente del Tribunal Eclesiástico de la diócesis, tras la reciente jubilación del vicario judicial de Solsona.
Un portavoz del Obispado de Solsona ha explicado que «El señor obispo ha asumido esta tarea y ha enviado esta carta a modo de simple recordatorio. Se trata de comenzar de nuevo y hacer las cosas bien. No vemos noticia en ello, es algo que ordena el derecho canónico. Quizá la noticia está en que hay diócesis que no piden este requisito», ha señalado un portavoz del Obispado de Solsona. En efecto, el canon 1483, dentro del Libro VII, parte I del Código de Derecho Canónico (De los procesos. De los juicios en general) establece que
«el procurador y el abogado han de ser mayores de edad y de buena fama; además, el abogado debe ser católico, a no ser que el Obispo diocesano permita otra cosa, y doctor, o, al menos, verdaderamente perito en derecho canónico, y contar con la aprobación del mismo Obispo».
Esta fuente ha asegurado, por otro lado, que no se ha recibido ninguna queja por parte de ningún abogado respecto a dicho recordatorio.
Exigencia y posible dispensa
Al parecer, hasta ahora, el obispado no pedía explícitamente este requisito a los letrados. En el Colegio de Abogados de Lleida, su decano, Simeó Miquel, ha manifestado su sorpresa y ha señalado que, aunque es cierto que el derecho canónico exige ser católico para realizar este tipo de trámites, también se admite una dispensa obispal.
«Me sorprende que en un tema que no ha dado ningún problema ahora se reclame este requisito, cuando, además, admite dispensa por parte del obispo», ha subrayado Miquel, que ha defendido el derecho a elegir abogado sin tener en cuenta sus creencias religiosas. «Las partes tienen que tener derecho a poder escoger el abogado que les inspire más confianza, sin tener en cuenta si está bautizado o no», ha agregado el decano, a quien no le parece bien «que se coarte esa libertad por una cuestión de creencia religiosa».
«No ser católico no ha de ser un impedimento para poder tramitar las nulidades, por eso esperamos que el obispo ejerza esa dispensa», ha concluido Simeó Miquel.