(Agencias/InfoCatólica) «Para mí no ha habido ninguna proporción entre esas palabras utilizadas en una frase y los comentarios y lecturas realizadas. No ha habido ninguna proporción», ha reiterado Mons. Munilla, en una entrevista a Euskadi Irratia
En este sentido, ha asegurado que «ni yo ni Rouco vemos» peligro de Guerra Civil en España, y ha lamentado que «algunas veces pasa que utilizamos a algunas personas como si fueran el coco». De esta manera, ha señalado que, si lo dicho por Rouco Varela «lo hubiera dicho otro, se hubieran entendido de otra manera».
«Yo las entendí en el sentido de que debemos superar el no poder vernos y los odios, para que nuestra relación vaya por buen camino. Y es que, muchas veces, veo que las palabras no se entienden por el significado de por sí, sino en base a si la persona que las dice está bien o mal visto, o si se le mira con el ojo derecho o con el izquierdo», ha explicado.
Los derechos de los etarras no pueden ser excusa para repudiar sus crímenes
Por otro lado, el obispo de San Sebastián ha indicado que «claro» que los presos de ETA tienen derechos, pero que no se puede reivindicar esos derechos sin repudiar, «en la misma medida, los asesinatos que cometieron», porque, de esa manera, se utilizan los derechos de los presos «como excusa» para no «enfrentarse» al hecho de que hay que hacer «una apuesta firme por la paz, repudiando todas las violencias».
Mons. Munilla ha señalado que la función de la Iglesia no es la de posicionarse en favor de una estrategia política u otra, ya que «habrá muchos católicos favorables a una estrategia y otros muchos favorables a otra». En este sentido, ha señalado que «la palabra propia» de la Iglesia debe ser la de «la apuesta por la paz».
Asimismo, ha reiterado que, «por supuesto, que los presos de ETA tienen derechos», y ha recordado que él mismo ha dicho «claramente» que los presos enfermos deben pasar «sus últimos momentos con sus familias».
«Teniendo eso claro, si empezamos a reivindicar los derechos de los presos sin repudiar en la misma medida los crímenes que cometieron porque, entonces, utilizamos esos derechos como excusa para no hacer frente a algo más importante, como es la necesidad de salir de esta crisis tan profunda haciendo una apuesta firme por la paz y repudiando todas las violencias», ha reiterado.
No hay vuelta atrás en el cese de la violencia
En este contexto, Mons. Munilla ha afirmado que «vamos por buen camino» y que, en la medida en la que pasa el tiempo, «para mi cada vez está más claro que aquí no hay vuelta atrás». A pesar de ello, ha indicado que le da «algo de pena» cuando ve por la televisión o escucha en la radio que «andan con los jaleos de siempre».
«Muchas veces pienso que parece que estamos en una situación de hace diez años, con la misma canción. A mi me gustaría superar eso, y creo que deberíamos hablar de otra manera», ha concluido.