(TCP/Protestante Digital) La reina Isabel II aprobó oficialmente el matrimonio gay en julio de 2013, después de que el proyecto fuese aprobado por el Parlamento. La comunión eclesial anglicana se había pronunciado previamente en contra, argumentando que cambiar la definición del matrimonio no era positivo para la sociedad.
No hay unanimidad entre los anglicanos sobre el "matrimonio"
Este pasado mes de febrero la Cámara de Obispos de la Iglesia de Inglaterra emitió un comunicado sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo, admitiendo que no había una postura unánime en su seno, pero que «estamos todos de acuerdo en que la comprensión cristiana y la doctrina del matrimonio como la unión de por vida entre un hombre y una mujer se mantiene sin cambios», escribieron los obispos.
En noviembre de 2013 la Iglesia de Inglaterra anunció que entiende que sus enseñanzas tradicionales sobre el matrimonio no son homofóbicas, afirmando que su postura oficial en materia de relaciones sexuales es que son «una expresión de fidelidad e intimidad, que pertenecen de forma exclusiva al seno del matrimonio», entendiendo que el matrimonio es una unión entre un hombre y una mujer.
Respeto a la ley
Ante la nueva normativa legal, el Arzobispo de Canterbury, Justin Welby dijo a The Guardian el jueves que «la iglesia (anglicana) acepta lo que es la ley, y debe actuar demostrando de palabra y obra el amor de Cristo por todos los seres humanos».
Esto significa que existirá un apoyo pastoral y atención a las personas de orientación homosexual, pero sin que ello signifique que la Iglesia de Inglaterra vaya a permitir la bendición religiosa de uniones del mismo sexo reconocidas por la nueva ley.